Pasando la noche juntos [Emma] +18

Edward tras haberme dado placer durante toda la noche, acabó finalmente soltando un último gemido desde sus labios que me hizo estremecer.
Lejos esta había sido la mejor noche de mi vida y esperaba que para Edward también lo fuera. Acaricié sus mejillas con mis manos y lo besé despacio, haciendo que nuestras respiraciones otra vez empezaran de a poco a recobrar la velocidad normal.

Aún agitados continuamos acariciándonos y lentamente me salí de su cuerpo para colocarme a un costado de él para que ambos descansáramos más cómodamente. Desde mi nueva posición lo observé, se veía perfecto como siempre, aunque claro con el pelo mucho más desordenado, lo cuál me atribuía a mi misma la culpa de ello. Le sonreí y el pasó su diestra por mi mejilla, acariciandola suavemente. Mis ojos se cerraron tras el cansancio, pero aún no me quería dormir, quería seguir sintiendo su cuerpo desnudo junto al mío y poder extender el tiempo lo mayor posible... aunque el sueño me estaba venciendo.

Cuando ella se puso a mi lado yo me quede de espaldas acostado y giré mi miradahacia ella y sonreí de lado acariciando su mejilla, vi como cerró los ojos y jale la sabana que estaba en el suelo cubriéndonos a los dos, me acerqué a su orejita y susurré –Podrias hacerme dormir esta noche?- dije mientras mis manos acariciaban su cintura, ya me había acomodado bien quedando de lado a su cuerpo acariciando los moretones que le había hecho, sus labios estaban rojos e hinchados me reí un poco y susurré antes de besarla –Te amo-

Me separe un poquito de ella y recargué mi cabeza en su hombro mientras besaba este mismo lamí su hombro lentamente subiendo a su cuello lamiéndolo y besándolo dulcemente, mientras ella llevaba su mano a mi cabello y comenzaba a acariciarlo dulcemente, esta noche había sido salvaje pero al mismo tiempo habíamos tenido una noche deliciosa juntos, a pesar del salvajismo la ternura siempre estuvo presente al igual que alguna que otra confesión.

Volví a abrir mis ojos en cuanto oí sus palabras, quería que lo durmiera esta noche, tal como había hecho el otro día, si bien no quería que se acostumbrara a esto, hoy era un día especial asi que no me negaría a usar mi don con él.
-Lo haré , voy a dormirte si es lo que quieres- le dije con un tono de voz suave mientras el apoyaba su cabeza en mi hombro y yo en tanto llevaba mi mano a su cabello para acariciarlo con dulzura.
Sentí como sus labios llegaban a mi cuello y comenzó a besarme con cuidado, en tanto yo hacía un tremendo esfuerzo por mantenerme despierta pues estaba demasiado relajada, lista para dormir. Cierto! tenía que dormir a Edward... dios estaba tan tranquila que hasta se me había olvidado lo que le había prometido. Mi mano que tenía en su pelo la llevé hasta su nuca, y comencé a acariciarlo lentamente. Lo que el no sabía era que cada vez que lo acariciaba, iba lentamente quitandole parte de su energía, para que así finalmente se durmiera por completo.
Estuve asi un rato hasta que comprobé que efectivamente Edward ya estaba dormido, cubri nuestros cuerpos mejor con las mantas pues pronto empezaría a temblar al tener junto a mi piel la frialdad de Ed. Cerré los ojos y no tardé mucho en dormirme, llena de dicha y felicidad.

Me empecé a quedar dormido cuando sus dedos y su mano acariciaron mi nuca y mi cabello mientras mis labios besaban su hombro y su cuello mientras mi mano acariciaba su cintura y el sueño me iba venciendo poco a poco, suspiré y caí de su hombro quedando en su cuello totalmente dormido, sintiendo sus caricias en mi cabello, luego de un rato escuché un “Edward, Edward” sonreí de lado era la voz de mi amada, seguía durmiendo en su hombro y recargo su cabeza en la mia y mi mano acaricio su cadera mientras seguía dormido.

Entre sueños sentí como nos cubrió a ambos con la manta y su mano me seguía acariciando cuando sentí como se quedó dormida a mi lado, a su lado me sentía el vampiro mas feliz del mundo, nuestra felicidad iba a dudara para siempre, compartíamos una felicidad y un amor que era mas alla de las razas, la amaba mucho mas alla de lo que yo era y de lo que ella era, quería estar con ella siempre.

Desperté con el sol en la cara, tenía muchísimo sueño, pero como la cortina del cuarto de Edward estaba abierta, pues el reflejo caía justo en mis ojos obligándome a despertar.
Di un bostezo y me di cuenta que ya no tenía contacto con el cuerpo de Edward ¿se abría ido del cuarto sin que me diera cuenta?. Iba a voltearme buscándolo pero solté un gemido de dolor al intentar hacerlo. Miré mi cuerpo y quedé perpleja al ver en las condiciones en que estaba. No solo tenía moretones por todos lados, sino también algunos aparentes rasguños o algo así. No había un solo sitio de mi cuerpo que no me doliera en esos momentos y la verdad es que no pude negar que me asusté un poco al verme así. Logré voltearme finalmente con mucha dificultad y vi a Edward quien me estaba dando la espalda, como si no quisiera mirarme... ¿estaba enojado conmigo? o quizas... arrepentido de todo lo que ocurrió entre nosotros anoche?...
-Edward... - susurré muy bajito tratando de llamar su atención, quería sentirlo otra vez, pues ahora mismo estaba demasiado distante, tanto así que me asustaba, no sabía que había hecho de malo, pero me gustaría que me lo dijera.

Me desperté al amanecer, a mi parecer habíamos dormido mucho giré mi mirada y me encontré la belleza de Emma a mi lado, sonreí pero después me di cuenta de su cuerpo estaba amoreteado, tenia algunos rasguños que no me acordaba de haberlos hecho, Que estúpido era por haber pensado que ella y yo estuviéramos juntos de esa manera, me senté y puse las manos en mi cabeza, tenia mucho miedo, cuando se levantó lo supe debido a que solto un gemido de dolor, estaba imovil, me metí a su mente y se asustó, lo sabia era mi culpa, todo era mi culpa, me miró lo supe al sentir como pensaba que si estaba enojado con ella o arrepentido de lo que había ocurrido

Escuché un “Edward” giré mi mirada con una media sonrisa y con la mirada baja, acaricié su rostro con mis dedos y me acerqué a ella besándola en la frente y susurré –Como te sientes?- dije mientras acariciaba su barbilla y su cuello viéndola a los ojos, bueno ayer se había entregado a mi entonces no podía dejarle de hablar asi como asi, sonreí mientras mi frente estaba pegada con la suya su cuerpo desnudo aun estaba bajo mis sabanas, eso era delicioso.

Edward me mostró una media sonrisa y luego acarició mi rostro antes de besar mi frente con dulzura. Luego de ello me miró a los ojos y me preguntó como me sentía, ¿que debía responderle? no quería que se sintiera culpable de como estaba, pues había sido testigo del esfuerzo que había hecho por intentar no lastimarme durante toda la noche, además había sido yo misma la que me había querido meter a su cuarto anoche.
-Estoy bien - le dije sonriendo, quizás no me creería pues había oído mi gemido de dolor de hace un rato cuando intenté moverme para verlo.
No quería que se metiera a mi mente, en estos momentos odiaba su maldito don, pues habían cosas en la vida que eran mucho mejor ocultar antes de hacer sentir mal a quien amabas profundamente.
-Por favor, cambia esa carita- añadí acariciando su rostro, se notaba preocupado o algo así. Nuestros cuerpo estaban aún desnudos cubiertos por las sábanas, las cuales jalé para cubrirme hasta el cuello, de ese modo evitando que viese los moretones que me hacían lucir como si me hubiesen atropellado o algo así.

Cuando me dijo que estaba bien me limité a sonreírle y me acerqué a sus labios lentamente y la besé un poquito mientras me separaba cuando me metí a su mente y dijo que odiaba mi don yo solo me reí mientras seguía acariciando su rostro lentamente y su cuello me acerqué a este para darle un ligero besito ahí y me separe un poco mientras la veía cuando me dijo que cambiara mi carita yo me reí mientras me acariciaba mi rostro y jalo la sabana para cubrirse.

Me acosté nuevamente a su lado levantando la sabana y abrazandola a mi cuerpo, mientras acaricié lentamente su cuello y mis labios buscaron su frente y besé su cabello lentamente mientras la atraía a mi –No quiero que esto se acabe nunca-susurré mientras seguía abrazandola y acariciándola, tenia mucho miedo que algo pasara sonreí y besé nuevamente su frente –Deja de pensar que no quieres que me sienta culpable porque ya lo ago, asi que ya, tranquila- susurré mientras sonreía y mordía su mejilla lentamente como broma sin lastimarla.

Tuve que morderme el labio inferior para ocultar el dolor cuando me abrazó, era como si la piel que cubría mis huesos no existiera. Apreté los ojos y al parecer el no notó mi dolor pues en ese momento ya se encontraba besando mi frente.
Una vez más y sin mi permiso Edward se metió a conocer mis pensamientos, pues me dijo que dejara de pensar en que no quería que se sintiera culpable pues ya lo hacía. Suspiré resignada, no podía negarle nada ya que lo había leído de mi propia mente.
-En serio Edward, mírame no me has roto un solo hueso... estoy bien- le dije para que se despreocupara ya que no me gustaba verlo con esa expresión de tristeza en el rostro, que por más que trataba de ocultar yo podía leer de todas maneras.
De pronto recordé que Edward no vivía solo, sino con toda su familia. Apreté los ojos tras la verguenza, tienen que haber oído absolutamente todo de lo que paso aquí dentro... era terrible que se enteraran de lo que sentía por él de esta manera.

Sonreí cuando me dijo que no le había roto ni un hueso –Minimo- dije mientras me acercaba a sus labios y los besaba lentamente, estábamos juntos en esto, después de un rato recordó que yo no vivía solo vivía con mi familia, Emma estaba totalmente avergonzada por lo que habíamos hecho, los gritos, los gemidos altos, el choque del respaldo contra la pared, las declaraciones que nos habíamos hecho, ella pensaba que se habían enterado de todo me reí un rato mientras la miré nuevamente.

-Tranquila, ellos estuvieron en sus cosas, nadie se dio cuenta- dije ocultándole la verdad, sonreí mientras besaba su mejilla lentamente y acariciaba su cabello con mis dedos, estaba totalmente enamorado de Emma y no pude evitar decírselo –Estoy enamorado de ti- susurré mientras la volvia a besar, ella hacia mi mundo muchísimo mas especial y lindo.

Dí un suspiro de alivio y relajé el ceño al oír que según Edward nadie se había percatado de lo que había ocurrido en esta habitación anoche. De todos modos seguía un poco avergonzada, debería ser más cuidadosa y no dejarme llevar tanto. Besó mi mejilla y acarició mi cabello antes de decirme que estaba enamorado de mi, lo miré perpleja y acaricié su rostro con ambas manos intentando creer en lo que me había dicho y sin que pudiera contestarle besó mis labios dulcemente pero con pasión.

-Entonces no te apartes de mi jamás... te necesito conmigo Edward- dije contra sus labios, no lo dejaría escapar luego de haber oído esa frase. Intenté apegarme más a su cuerpo pero no pude hacerlo sin dar otro gemido de dolor, mi cuerpo volvía a estar frío y por lo mismo los dolores aparecían. Empecé a temblar otra vez mientras que mis dientes chasqueaban involuntariamente, la piel de Edward me parecía aún más fría de lo normal, seguramente por lo lastimada que me encontraba.

Sonreí cuando relajo su ceño y la abracé mientras acariciaba su cuello sus labios vi su rostro atonito cuando le dije que estaba enamorado de ella esas palabras habían salido por si solas de mis labios, sonreí mientras la besaba pues sabia que quería decir algo, pero no sabia que, asi que la seguí besando en los labios lentamente, suspiré mientras acaricié su rostro y baje mis manos a su cadera sintiendo su delicada piel desnuda que estaba bajo mis sabanas, -Ha sido una noche inolvidable- dije mientras escuchaba su “Entonces no te apartes de mi jamás… te necesito conmigo Edward”.

El simple hecho de escuchar mi nombre salir de sus labios me estremecí por completo mientras ella temblaba por mi cuerpo frío y sus moretones comenzaron a dolerle un poco mas de lo que antes le dolia. Suspiré mientras besaba su cuello una y otra vez, me separe un poco y susurré –No me separaré jamás de ti, hasta que tu me lo pidas- acaricié su cabello y cerré los ojos puse una barrera con las sabanas entre su cuerpo y el mio para que no le dolieran tanto los moretones debido al frio que le proporcionaba mi cuerpo al suyo tan calido.

Besó mi cuello con ternura una y otra vez mientras acariciaba mi cabello despacio, al darse cuenta de que empezaba a temblar otra vez, separó nuestros cuerpo por las sábanas para que así no tuviera contacto directo con su piel y de esa forma no sentir tanto dolor.
Salió de mi cuello y quedamos mirándonos frente a frente, fueron unos segundos pero bastaron para darme cuenta de que su rostro era completamente perfecto, su piel era tersa y esos ojos además de tener un color ambar precioso, poseían un brillo especial, algo que nunca había visto. Me mordí el labio inferior mientras lo veía, el por su parte también parecía estar examinando mi rostro, pues tampoco decía una sola palabra. Saqué mi mano de las sábanas y acaricié una de sus mejillas, la que no estaba apoyada por la almohada. Me acerqué despacio su rostro, intentando que no me doliese nada en el intento y lo besé despacio. Estaba en ello cuando depronto sonó mi celular, Edward se separó de mis labios y le indiqué mi bolso, para que me lo pasara y pudiese sacar mi telefono de allí dentro. No dudó en hacerlo y de ese modo pude contestar.
-Si?- mi cara cambió en un instante al darme cuenta de quien me había llamado... había un momento más inapropiado que este? -estoy perfecto papá- . De pronto oí algo que me dejó perpleja -no!!! - exclamé casi gritando -digo, tengo mucho que estudiar, no pueden posponer el viaje? por favor papá- dije con tono de súplica, no podían venir justo ahora!!! si me veían en este estado físico quedaría la grande. Suspiré al oirle que lo conversaría con mi madre, pero al parecer le había convencido de que postergaran la visita, no podían estar aquí ahora, no cuando recién me empezaba a acostumbrar a vivir con vampiros.
Edward me acarició una vez colgué el teléfono, seguramente había entendido todo pues si no hubiese entendido con oirme tan solo, podría leer mis pensamientos sin problema.

Sonreí cuando besaba su cuello la sentía tan calida, sentía su cuerpo junto al mio estaba disfrutando al máximo este dia cuando de un momento comenzó a besarme ella lentamente no pude evitar sonreír ante sus besos, sus caricias, todo lo que me hacia, sentí lentamente como su mano acariciaba mi rostro, mi cuello y comencé a lamer su lengua y su labio inferior comenzó a sentir como se excitaba otravez solo con un beso y en ese preciso instante comenzó a sonar su celular, solte una carcajada y me indico donde estaba para que ella no se moviera y no le doliera su cuerpo lastimado.

Tome su celular y se lo pasé, al parecer era su papá mientras ella hablaba y se ponía nerviosa porque le decía que viajaban para verla eso la puso muy mal pero yo me limité a acariciar su rostro y sentir como se estremecía con mis caricias, sonreí cuando se tranquilizo y acaricio mis manos al parecer sus papás iban a cambiar de parecer con lo del viaje y se iba a hacer luego, sonreí cuando colgó y bese sus labios –Cambiaron de opinión?- le pregunté interesado –Me gustaría conocer a mis suegros- le solté de golpe mientras veía como su rostro cambiaba ante lo que le había dicho, realmente había sido una declaración hecha y derecha, le estaba pidiendo que fuera mi novia y susurré acercándome a su oído –Quieres ser mi novia?- me separe de ella para ver su mirada, estaba atónita.

Colgué el maldito telefono sin evitar echar un aliviador suspiro, pues todo indicaba que cambiarían la fecha del viaje... no podían verme asi, me obligarían a vivir con ellos de nuevo asombrados por las condiciones físicas en las que me encontraba... no solo eso, también llamarían a la policía y debería armar un plan perfecto para que no quedara la grande, pues mis padres eran de lo más exagerados siempre.
Acaricié las manos de Edward y me quedé pensando en la horrible tragedia que hubiese pasado si aparecían en estos momentos por aquí cuando de pronto oí a Edward decir algo que llamo mi atencion : Me gustaría conocer a mis suegros. Fruncí el ceño y lo miré confusa .. suegros? pero si aún entre nosotros no había más que solo una noche de pasión. Abrí los labios para preguntarle a que se refería cuando de pronto sus palabras me dejaron helada... me estaba pidiendo ser su novia. Estaba hablando en serio? vaya... era curiosa la sensación que sentías cuando por primera vez en tu vida algún sueño se te hacía realidad. Lo miré perpleja y no pude evitar sonreír -Por supuesto- dije volviendo a acariciar sus manos pues tras la sorpresa me había detenido de hacerlo. Quise llegar hasta sus labios para besarlo, pero el cuerpo no me lo permitió, pues antes de llegar a su boca un gemido de dolor salio de la mía. Edward me miró directo a los ojos y fué él quien se acercó a mi para besarme al darse cuenta que yo no podía hacerlo y que requería su ayuda.

Sonreí al ver su rostro y la confusión en sus pensamientos, cuando me dijo “por supuesto” sonrió al igual que yo y me acerqué a sus labios cuando vi que no podía acercarse a los mios y comencé a besarla lentamente en los labios, sintiendo como sus labios y los mios se acoplaban perfectamente, sentí su cuerpo acercarse un poco mas a mi, sonreí mientras bajaba mis labios a su cuello y comenzaba a besar todas aquellas marcas que habia dejado nuestra noche de pasión y desenfreno, mis manos acariciaron sus hombros mientras bajaban hasta sus codos y volvian a sus hombros una y otra vez.

Vi como sus manos fueron hacia mi cabello y comenzaron a acariciarlo mis labios llegaron a sus hombros y comencé a acariciarlos con los mismos, segun yo asi olvidaria por un rato el dolor y creo que lo estaba consiguiendo –No voy a olvidar jamás lo de anoche, gracias por hacerme el hombre mas feliz del mundo- dije susurrando mientras me acercaba a sus labios y comenzaba a besarlos lentamente acariciando su rostro con mis dedos, me hacia feliz y jamás iba a cambiar eso.

No me cansaba de recibir cada una de las caricias de Edward, podría estar así durante días y ni siquiera me acordaría de comer y todo ese resto de cosas que uno hace a diario. Nos besamos, nos mimamos, nos tocabamos ... todas actitudes propias de dos personas que se querían muchísimo y que empezaban con un noviazgo que a simple vista era perfecto. Esperaba que todo continuara así de maravilloso, pero sabía que la paz no nos duraría por demasiado tiempo, como iba a pasar eso considerando que el era un vampiro y yo una humana la cual tenía el cuerpo lleno de fresca sangre? era obvio que pronto la paz iba a irrumpirse de alguno u otro modo, peor aún ... había unos tipos buscandome para quien sabe que cosa, esto era horrible sin duda alguna pero yo no estaba sola, estaba con mi guardian personal... el hombre a quien amaba y ahora resultaba ser mi pareja formal, supongo que no tenía derecho a pedir nada más luego de haber conseguido su corazón... asi que el resto de los vampiros ya no era prioridad para mi, lo importante era mantener mi amor con Edward por mucho tiempo más... esto recién empezaba para ambos.