Nada como una Sopa de Pollo para curar un intento de resfriado {Emma}

Llegamos a la cocina, sus pensamientos eran iguales a los mios, odiaba no ser lo suficientemente fuerte para poder besarla, odiaba no tener control sobre mis instintos, la apreté a mi cuerpo abrazandola por la espalda y besé su mejilla -Sabes que eres la salvación de esta familia que se estaba volviendo monotona cierto?- dije mientras la soltaba para que me hiciera la sopa de pollo que segun ella mitigaría el frio, que gracioso era verla preocuparse por mi, por mi supuesto resfriado, por mi salud que habia dejado de funcionar desde hace algunos años atras.

Sonreí al verla buscando las cosas y la tomé de la mano -Gracias nuevamente por preocuparte por mi, hacia mucho tiempo que alguien no se preocupaba de esta manera- dije viendola y recordando a mi madre, cuando se preocupaba por mi que linda se veía de la misma forma que se veía Emma en este momento rebuscando entre los cajones algo para hacer una sopa de pollo.

Empecé a urguetear la cocina en búsqueda de cualquier cosa que me ayudara para hacer la sopa .
-La salvación dices? ... - me reí tras oír eso, era yo quien debía estar agradecidos de ellos por cuidarme de quien sabe que cosa. Era cierto! aún no sabía de que demonios me estaba esconciendo. Cerré la puerta de uno de los muebles y miré a Edward con un cucharón se sopa en la mano.
-Ya es suficiente- dije con el ceño fruncido -si no me dicen de que se trata todo esto, me iré de esta casa y no dejaré que me vigilen más- añadí determinante, no quería seguir así y si debía alejarme de ellos un tiempo, lo haría con tal de saber la verdad. Era obvio que me dolería perder el contacto con Edward durante ese tiempo, pero que mas daba? al fin y al cabo el jamás sentiría algo por mi. Suspiré tras darme cuenta de mis palabras, no debería haber usado ese tono golpeado con él, además no estaba en plan de exigirle nada, si no quería decirme sus razones tendrá.
-Lo siento... no tienes que decir nada si no quieres- caminé unos pasos y me senté sobre la mesa, cerré los ojos y agaché la vista aún confusa.

Al escucharla hablar de la manera que hablo, creí que estaba hablando enserio, suspiré y estaba apunto de decirle, decirle todo lo que estaba pasando, decirle que era un vampiro, por eso estaba tan frio, que por eso mi hermana la había llevado a la casa, porque estaba apunto de ser descubierta por un vulturi y talvez la convirtieran, que por eso no podía besarla como quería por miedo a perder el control y terminar por matarla o incluso peor convertirla, pero todo eso se borró en el momento que ella dijo “Lo siento... no tienes que decir nada si no quieres” suspiré lleno de alivio y la miré a los ojos.

-No es que no quiera decirte, es por tu bien, lo entenderas pronto ok?- dije mientras me sentaba en un banquillo frente al lugar en el que se había sentado y acariciaba sus piernas mientras buscaba su mirada, no podía verla tan triste me daba una sensación que jamás había vivido, talvez era tristesa también? No quería verla mal, y mucho menos por mi culpa.

Asentí con la cabeza a las palabras de Edward, su tono de voz me daba a entender que realmente quería decirmelo, pero por alguna extraña razón no podía hacerlo. Sus caricias como por arte de magia me empezaron a tranquilizar otra vez y ya mas calmada tomé aire y lo volví a mirar.
-Ok, no pasa nada... lamento ser tan impaciente- dije mostrándole una media sonrisa. Me bajé de la mesa dispuesta a continuar con lo de la sopa, asi me quitaba toda esta estupidez de la cabeza un rato y me distraía.
Volví a abrir los muebles y encontré un paquete de harina. Sonreí mientras lo tomaba y caminaba sobre mi Edward. -Que tal si... - cogí un puñado de harina y se la lancé en el pelo. Al verlo todo blanco cubierto de harina no pude aguantarme la risa, se veía demasiado gracioso.

Cuando se bajó de la mesa mis manos cayeron a mis piernas y la miré un poco mas tranquilo pues veía tranquilidad en su rostro, siguió buscando las cosas para la sopa me encontraba de espalda y sonreí cuando me habló, tontamente me giré y me mordí el labio cuando vino sobre mi con un puñado de harina que me dejo blanco todo el cabello y parte de la cara me quedé con la boca abierta y corrí para quitarle la harina de las manos y le heché un puñado en la cara dejándola blanca.

Me empecé a reír y antes de que pudiera hacer algo sentí mi boca invadida por harina la cual comencé a escupir, tomé a Emma por la cintura acercándola a mi y pegué mi cara y mi cabello a su cuello y a su cara para que la manchara con la misma harina que tenía sobre mi –Ahora si no te la acabas Rubiita- dije mientras comenzaba a hacerle cosquillas en la cintura.

Seguía riendome como una loca cuando de pronto vi que me estaba quitando mi harina -Hey ya! no seas vengativo! - fue lo ultimo que dije antes de sentirme bañada por el polvo blanco. Tosi un poco y luego volví a reirme mientras Edward limpiaba su cabello en mi cuello y rostro. -Ya! no se vale basta- continué riéndome intentándo safarme de él pues se empeño ahora en hacerme cosquillas, algo que me desesperaba demasiado.
-Por favor!!! - le supliqué y él entre risas sintió piedad y me liberó finalmente después de todos mis gritos y peticiones.
Mi respiración estaba agitada ademas de ambos estar cubiertos por la harina, miré el piso y estaba todo sucio, tendríamos que limpiar si no queríamos que Esme viese su casa en este estado.
Lo miré a los ojos y sonreí, no sabía que dentro de este chico cortante y esquivo había alguien divertido después de todo.

Seguiamos riéndonos con la harina en nuestros rostros y besé su mejilla antes de soltarla por completo, su respiración parecía agitada, vaya que habíamos pasado un buen momento a pesar de que mirando hacia abajo me encontrar con el desastre que haría explotar la bomba nuclear en la casa, Esme pegaría el grito en el cielo en cuanto viera el piso de su cocina en este estado, sonreí al verla y me acerqué a ella.
-Viste como llegaste a cambiar todo? Yo no era asi- susurré mientras besaba su frente y la soltaba para ir por una escoba y comenzar a limpiar el desastre que habíamos hecho por un momento de diversión, si bien no estaba excelentemente bien involucrarme con una humana, mis sentimientos hacia ella cada dia eran mas fuerte y ya no tan solo era un gusto si no que se estaba convirtiendo en algo mas, algo mas fuerte y poderoso.

Volvió con la escoba y sonreí al ver que se disponía a limpiar.
-No deberías limpiar cuando justo ocurrírá otro desastre- dije mientras me iba acercando a él y sin que alcanzara a entender mi frase le terminé de echar el resto de la harina sobre la cabeza, haciendo que no solo esta vez se le manchara el pelo y la cara sino ahora tambien el resto del cuerpo.
Empecé a reirme a carcajadas, tanto que tuve que sostenerme el estómago pues me resultaba demasiado gracioso verlo así.
Su pelo dorado ahora era blanco y su piel estaba sorprendentemente aún más palida. Amaba a Edward y quería que algún día el fuese capaz de sentir lo mismo por mi. Lo miré ya con mi risa más controlada y las carcajadas se tradujeron a solo una sonrisa, se veía tan lindo que no pude resistir abrazarle pese a estar completamente sucio. Enrollé mis brazos en su cuerpo y apoyé mi cabeza en su pecho sin que la sonrisa se me fuese del rostro, podría estar en esta posición eternamente, disfrutaba de sobremanera tener contacto con el pese a estar tan frío.
-Perdoname, no pude resistir acabar la harina en ti- dije justificando mi abrazo.

Estaba dispuesto a limpiar el desastre cuando escuche “No deberías limpiar cuando justo ocurrírá otro desastre” giré mi cabeza hacia donde estaba cuando PUUUM sentí toda la harina sobre mi cabeza y mi cuerpo me quedé hasta con la boca abierta no podía ser que me había hecho esto, mientras tanto ella se estaba muriendo de risa por lo tanto me causó un poco de gracia y solo sonreí de lado mientras ella venía a mi encuentro y me abrazó suspiré y la abracé fuertemente hacia mi cuerpo su cabeza quedó en mi pecho y mis labios fueron a su cabello el cual olfateé un par de veces y luego besé su cabello igual.

La seguía abrazando y mis labios seguían en su cabello hasta escuchar “Perdoname, no pude resistir acabar la harina en ti” sonreí y la separé de mi acariciando sus mejillas viéndola a los ojos –Entonces eres una traviesita- dije mientras intentaba limpiar su cara llena de harina pero como mis manos se encontraban del mismo estado solo lograba llenarla mas de harina asi que no pude mas que reírme –Perdon, ya te batí toda-

Pasó sus manos por mi rostro intentando limpiarme un poco, pero como estaba todo sucio solo consiguió mancharme aún más. Ambos nos reimos sin dejar de mirarnos y sacudí mis manos un poco en mi pantalón que era lo que aparentemente tenía más limpio en esos momentos.
-Miranos, parecemos un par de monstruos, de esos de las leyendas que tanto se hablan en Forks- volvi a reírme y ya con mis manos más limpias logré sacarle un poco de harina del rostro con mucha suavidad, cualquier excusa para tocarlo me caía como anillo al dedo y no la dejaría pasar.
-Parece que debemos tomar una ducha... vas tu primero mientras yo limpio aquí?- le pregunté jugando con los dedos de su mano, lo estaba haciendo casi como un acto-reflejo, ni siquiera me estaba dando cuenta de lo que hacía en ese momento.

Cuando mencionó a los monstruos me quedé un poco serio, ella volvió a reírse y yo me limité a sonreírle, suspiré y comenzó a acariciar mi rostro para sacarme la harina que había en este, sonreí al sentir sus caricias tan delicadas y me metí a sus pensamientos, suspiré al ver lo que pensaba y me acerqué a ella y besé su mejilla –Sabes? Discúlpame por no hablarte antes solo que no sabia como hacerlo- dije excusándome, si bien ella ya comenzaba a agradarme en sobre manera, Emma me gustaba mucho y tenía que hacer algo con el sentimiento que comenzaba a adentrarse en mi corazón.

Sonreí cuando dijo que deberíamos tomar una ducha imaginando que los dos tomariamos una ducha juntos, me acerqué a ella y la tomé de la cintura besando su mejilla –Entonces me baño yo primero y vengo a avisarte que ya me bañe ok?- dije mientras nuestras manos estaban entrelazadas y ella acariciaba mis dedos jugando con ellos.

Me sorprendió lo primero que me dijo, asi que en un comienzo no me hablaba porque según el no sabía como hacerlo, era curioso pero creíble y no tenía por qué dudar de él.
Asentí con la cabeza cuando aceptó mi propuesta de que fuese a bañarse primero, solté su mano suavemente y le sonreí antes de separarme de él. Cogí la escoba y me puse a barrer aún con la sonrisa en el rostro al recordar la razón de por qué estaba limpiando. Edward ya se había ido a duchar y ahora todo se me hacía mucho más monótono, no había pasado mucho tiempo y ya le extrañaba demasiado.
El mal clima parecía hacer presencia ora vez y de un momento a otro la ventana se abrió de golpe, haciendo que gritara asustada. Al notar que solo había sido el viento me tranquilicé y me acerqué hasta ella para cerrarla.
La situación que estaba viviendo me tenía algo tensa, esto debía terminar y saber de una vez lo que ocurría realmente, porque de seguir así tendría los nervios de punta de ahora en adelante.

Soltó mi mano en cuanto me fui a bañar tan solo me dio una sonrisa y comenzó a barrer, mientras tanto yo me metí a bañar me estaba limpiando cuando escuché un golpe y un grito en la parte de abajo, sabia que era en la cocina, me puse una toalla en la cintura y bajé corriendo a buscar a Emma creí que le había pasado algo, al llegar a la cocina la miré -¿Estas bien?- dije viéndola que estaba cerca de la ventana.

Tenia miedo que algo la hubiera asustado, que hubiera venido alguien por ella no podía volverla a dejar sola, suspiré y me recargué del marco de la puerta mirándola, al parecer estaba bien pero tenía ganas de abrazarla asi que me acerque a ella y bese su mejilla –Dime que todo esta bien- susurré en su oído mientras la seguía abrazando a mi cuerpo aun húmedo por el agua y cubierto tan solo por una toalla.

Estaba apoyada en la ventana tras recién haberla cerrado y de pronto escuché a Edward bajar las escaleras rápidamente. Abrí los ojos como platos al verlo en la cocina con solo una toalla puesta en la cintura. Insistentemente el me preguntaba si todo estaba bien, pero yo no tenía habla en ese momento. Me quedé viendo su cuerpo perfecto aún mojado y no podía quitarle los ojos de encima. Empezó a acercarse hasta que me abrazó y besó en esas condiciones. Pasaron algunos segundos y aún no soltaba una sola palabra, no podía seguir viendome tan estúpida asi que me obligué a hablar. -Todo está perfecto- dije aún rodeada de sus brazos húmedos, su cuerpo estaba demasiado helado y no pude sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo antes de que mis dientes empezaran a chasquear. -El viento abrio la ventana y me asuste... solo eso, aún no me secuestran- dije tomando a la ligera el resto para alivianar la situación.

Cuando me dijo que todo estaba perfecto pude respirar, suspiré y la tomé del rostro y susurré –No me vuelvas a hacer esto- suspiré y la volví a abrazar olvidando por un segundo que tenía solo puesta una toalla y que mi cuerpo estaba húmedo por la ducha que me había dado, besé una y otravez su cabello y cuando escuche “Aun no me secuestran” me quedé en shock –Callate Emma, no digas tonterías- dije con un tono de voz fuerte y algo brusco, sentí como se estremeció y la volví a abrazar.

-Perdon, perdón! Es que no quiero que te pase nada…- Susurré mientras acariciaba su espalda, eso se había vuelto un vicio para mi, acariciar desde su nuca hasta la parte baja de su espalda, sentir sus estremecimientos, sus ojos entrecerrados, su respiración dificultosa, era muy agradable estar a su lado, besé su nariz y sonreí –Entonces todo bien?-

Edward me había regañado, era la primera vez que lo hacía, pero luego se disculpó excusandose de que no quería que me pasara nada.
-Todo bien - le respondí , todo bien porque estaba semidesnudo abrazandome y pues claramente yo sentía cosas. Giré el rostro, mirando hacia otro lado, ya no podía verlo en estas condiciones, pues sinceramente me tenía vuelta loca y me resultaba dificil controlarme.
-Deberías abrigarte... pues sigues congelado- dije tiritando del frío por el abrazo que me estaba dando. Me separé de su cuerpo y cogí un paño con el cual empecé a limpiar los ultimos restos de harina que me quedan en la cocina... tenía que quitarme de la cabeza esa imagen de Edward. -Listo, ya es mi turno- dije caminando hacia el baño, evitádolo totalmente.

Sonreí cuando me dijo que debía abrigarme, suspiré cuando se separó de mi, la notaba muy nerviosa asi que decidi acercarme a ella por la espalda antes de que se fuera y susurré –Te pasa algo?- dije tras besar su nuca y apretarla a mi cuerpo por la cintura, sintiendo un ligero estremecimiento de su parte y escuchando un pequeño gemido que venia de sus labios, sonreí y la solte acomodándome bien detrás de ella.

Me mordí el labio y susurré –Anda a bañarte, me cambiare mientras haces lo mismo, báñate en mi baño, hay un shampoo que creo que te gustara- susurré mientras me quitaba algunas gotas del cuerpo que ya estaba menos húmedo debido al clima pero mas frio que de costumbre. Sonreí al ver su cara ante mi cuerpo y me mordí el labio nuevamente.

Que si me pasaba algo? claro que me pasaba algo ¿como no se daba cuenta? o es que a caso siempre se mostraba semi-desnudo a las visitas de esta casa?. Me estremecí cuando me abrazó por detras deteniendo mi marcha hacia el baño y un pequeño gemido salió de mis labios sin poder controlarlo, solo esperaba que Edward n lo haya oido pues me moría de la verguenza.
Asentí con la cabeza cuando me sugirió que fuese a su baño, volteé para mirarlo, pero al rostro obviamente pues ya no quería excitarme más.
Ya me había safado de sus brazos pero seguía muerta de frío, cada vez que Edward me rodeaba con sus brazos me hacía temblar y ahora con mucha más razón estando asi de mojado y con encima con el torso descubierto.
Fui a su baño y empecé a ducharme con el agua muy caliente para que se me quitara el frío de una buena vez.

Escuche el tiritar de sus dientes y decidi que era momento que se fuera a bañar le indique donde estaba el agua caliente y suspire cuando se metio al baño, escuche el agua caer y me imagine su delicado cuerpo ser mojado por el agua caliente, comence a sentir como me excitaba el simple hecho de imaginarla desnuda en mi cuarto, me dispuse a hacer otras cosas para que se me fuera la excitacion pero el simple hecho de escuchar el agua la traia a mi mente imaginandome yo con ella en la ducha.

Hubiera sido delicioso la noche anterior perder el control en sus labios, sentir sus brazos abrazarme. Acariciarme, sentirme suyo mas que de ninguna otra persona, me estaba enamorando de su dulce mirada y de esos labios que moria por probar algun dia, sabia que no estaba muy lejano a esto.

El agua caliente estaba ayudando a que se me quitara el frío, antes de la ducha estaba completamente congelada, a tal punto que ya empezaban a dolerme los huesos ademas de hacer chasquear mis dientes tras tiritar. Nunca había conocido a alguien tan frío como Edward, no sabía si sufría de constantes bajas de presión o que cosa, pero la verdad es que solo esperaba que no estuviera enfermo, aunque para ser sincera hasta ahora parecía bastante saludable.
Cogí el shampoo que Edward me había dicho que usara, le quité la tapa para ponermelo en el pelo y ahí fue cuando sentí ese exquisito olor a frutas, sonreí al entender por qué Edward dijo que me gustaría.
Me quedé allí un rato disfrutando del calor que mi cuerpo estaba recibiendo nuevamente y luego cerré la ducha para envolverme en una de las toallas y dirigirme a mi cuarto para vestirme.
Salí del baño de Edward y me quedé inevitablemente mirando su cuarto. Lo tenía bastante ordenado para tratarse de un hombre, tenía muchísimos libros uno al lado del otro sobre un librero hermoso que parecía tener muchísimos años. Su cama estaba intacta y todo el resto de sus cosas en su lugar, sonreí al ver lo cuidadoso que era y luego salí de allí llegando al pasillo para caminar hasta mi habitación. Una vez llegué empecé a vestirme, me puse unos jeans y un sweter bastante grueso para así dejar de temblar. Sequé mi pelo con la toalla y volví a caminar hacia la sala para encontrarme con Edward otra vez, que para mi suerte ya estaba vestido... lo que me hacía entender que mientras me duchaba el estaba en su cuarto vistiéndose. -Espero no haber tardado mucho- dije abriendo el refrigerador para sacar el pollo y hacer de una vez la sopa que había prometido.

La mire cuando bajo de mi habitacion, olia mas rico que de costumbre cuando me dijo que esperaba no haber tardado mucho me limite a sonreirle y susurre -La espera valio la pena asi que no te preocupes la abrace por la espalda mientras buscaba el pollo para la sopa y bese su cabello, me rei un poco mientras sentia su estremecimiento y me separe de ella.

Volvi a mi lugar y la mire poniendo mi mano en mi barbilla sin quitarle la mirada de ensima, sonrei de lado, era una chica sumamente linda, sus movimientos eran perfectos y delicados y me hacia sonreir como nadie, observe como se giro sobre si misma viendome, pero no pude quitar mi mirada de sus bellos ojos y sus apetecibles labios, comenzo a reirse nerviosamente y fue que reaccione un poco y me puse muy nervioso mordiendome el labio.

Gire mi mirada hacia el otro lado pensando en lo tonto que habia sido, seguro ahora ella sabia que me moria por ella debido a que no era discreto en lo mas mio, me agarre el cabello como reflejo de mi nerviosismo y suspire viendola nuevamente, ahí seguia tan hermosa como al principio definitivamente me estaba enamorando de Emma, la chica que no sabia que era un vampiro, por lo tanto la chica mas tierna y dulce con la que me habia topado en los ultimos años

No me esperaba su abrazo por la espalda, asi que di un sobresalto en cuanto me abrazó. Volteé y me encontré nuevamente con su perfecta mirada sobre mí. Nos quedamos viendo un rato al punto en que ambos nos pusimos nerviosos ... y como no? Edward debe sentirse psicopateado conmigo encima todo el tiempo.
No quería imaginar como sería el momento en que le confesara mis sentimientos, quería decirle que lo amaba y que me diera una oportunidad para hacerlo feliz junto a mi... pero no tenía el valor para hacerlo, pues temía que mi confesión nos separara, justo cuando empezabamos a tener esta cercanía.
Me acerqué un poco más a él dando tímidos pasos cortos y llevé mis manos hasta su rostro, colocándolas en ambas mejillas. Edward no se movía y solo me miraba confuso. Cogí valor y comencé a acercarme lentamente a sus labios. En el proceso cerré los ojos, hasta finalmente llegar a unir mis labios con los suyos. Solo fué tacto entre nuestros labios, no introduje mi lengua ni nada, pero fue suficiente para sentir una descarga eléctrica recorrer mi cuerpo. Nos quedamos así un par de segundos hasta que de pronto Edward se alejó de mi, deshaciendo el supuesto beso. No quería volver a abrir los ojos, me daba mucha verguenza hacerlo, pero finalmente lo hice de todos modos, pues me veía aún mas estúpida si los mantenía cerrados pese a él haberse alejado.

Estabamos mirándonos fijamente, de pronto comenzó a acercarse a mi, sus manos se pusieron en mis mejillas y la miré a los ojos mientras se iba acercando mas y mas conforme pasaba la distancia me ponía mas nervioso, al parecer cogió valor y cerro los ojos para besar mis labios, suspiré cuando unió sus labios con los mios, pareció una eternidad lo que había pasado entre ambos cuando decidí separarme un poco pero sin dejar de verla, estaba atónito ante la forma en que había sido ese beso, si bien no había sido el primero, había sido el mejor.

No se porque demonios me había alejado de esos dulces labios que moría por besar, tomé su rostro entre mis manos y la hice mirarme y susurré –Emma- no podía decir nada, no podía articular palabra asi que solo la acerqué a mi cuerpo y la abracé besando una y otravez su cabello mientras mi mano acariciaba su espalda, cerré los ojos quería que este momento se quedara asi para siempre, ella y yo sin nadie mas.

Me miró un rato y luego enrolló sus brazos sobre mi cuerpo para abrazarme. Susurró mi nombre solamente y no supe que quería decir realmente con ello. "Emma solo eres una amiga..." "Emma que crees que hiciste? "Emma estás completamente loca" ... cualquiera de esas frases podía ser a lo que se refiriese.
Me quedé en su cuerpo sin saber bien que hacer, debía reconocer que la situación era demasiado incómoda, pero Edward dentro de todo era un caballero, y me acariciaba la espalda de arriba a abajo para que me relajara un poco. -Perdoname, solo me deje llevar y me confundí - dije excusandome por mi acto, no quería que se alejara de mi o que cambiara la relación que tenía conmigo, quería seguir conociendolo y para eso necesitaba que no se apartara... pues lo amaba.
-No volverá a pasar te lo prometo- dije frunciendo el ceño, no estaba arrepentida pues la sensación fue mejor de lo que pense... pero realmente esto me podía traer consecuencias.
Me separé de su cuerpo y sonreí, disponiendome a continuar con la sopa, al menos esto nos distraería a ambos.

Suspiré cuando me dijo que no iba a volver a pasar y la tomé del brazo antes de que fuera a hacer la sopa y susurré muy cerca de su oído – No importaría que volviera a pasar, realmente no importaría- me reí un poco y me senté nuevamente mientras la miraba moverse de un lado para otro buscando las cosas para la sopa de pollo, me acerque a ella por un lado y mientras me agachaba para alcanzar un poco de agua para ayudarla besé su hombro y sonreí cuando la vi temblar.

Sonreí al verla ponerse en ese estado, estábamos llegando a coquetear demasiado entre los dos, me reí y puse el agua a calentar mientras la miraba con ojos emocionados al ver sus reacciones –Sabes que eres muy guapa cierto?- dije mientras la tomaba de la mano y entrelazaba nuestros dedos besando la mano de ella sin dejar de mirar sus ojos brillantes.