Regañada [Edward]+18

Ciertamente habían veces en que odiaba que pudiera leer mi mente ya que no podía ocultarle absolutamente nada, incluso se volvía aburrido a la hora de darle sorpresas, pues él podía pillarlas incluso antes de que intentara hacerla. Por otro lado había también una parte buena en esto, como anoche que pudo ayudarme a velar por mi sueño, para que así este no se volviese una pesadilla de esas horribles que me daban luego del incidente con Felix.
Al parecer vio la mueca de disgusto que hice ya que luego me dijo que no le pusiera esas caritas ya que me quería ver feliz siempre, ignoré un poco sus palabras y continué acariciandole despacio el torso de arriba a abajo. Miré sus labios que me estaban llamando, pero rebeldemente decidí no besar su boca aún. Llevé mis labios a su cuello y comencé a besarlo durante un rato, mientras él por su parte no hacía más que solamente abrazarme con uno de sus brazos. Fruncí el ceño y salí de su cuello para mirarle - es que no sientes nada? ... - me hacía sentir mal saber que no me deseaba tanto como yo a él en estos momentos, al parecer el no quería hacer nada pasional conmigo.

Estaba excitándome en sobre manera pero debía controlarme si no quería hacerle daño, después de un rato que beso mi cuello se levanto molesta y me dijo “es que no sientes nada…?” yo me reí un poco y la miré me acerqué a su rostro y lo acaricié –No es eso Emma, es que no quiero lastimarte, tu me haces sentir cosas que jamás imagine sentir pero entiende que no quiero lastimarte- susurré mientras me veía y yo acariciaba su rostro mi mano en su cintura la hacia estremecerse supongo que por lo frio ella seguía arriba de mi y me miraba analizándome obviamente quería hacer de todo con ella pero no quería lastimarla y en el momento que mas estuviera excitado la lastimaría tan solo con una embestida, suspiré y la miré –Emma creeme que yo si quiero no es por que no sienta nada, ni es por que no quiera simplemente no puedo- susurré y la miré suplicante mientras ella con su mano fue a mi rostro y me comenzó a acariciar el rostro y el cabello al igual que la nuca.

Con que de eso se trataba, Edward seguía con esa idea de no querer lastimarme, acaricié su rostro y luego su cabello despacio. Continué mirándolo a los ojos y despacio fui acercándome a sus labios. Los rocé en un principio y de a poco fui abriendo mi boca como intentando comerme sus labios. Mi respiración automáticamente se fue acelerando, llevé ambas manos a su rostro y lo acaricié desde la frente hasta su cuello por ambos costados, sintiendo tambien parte de sus orejas. Mordí su labio inferior y lo jalé un poco, pero de una forma bastante suave mientras me acomodaba mejor sobre su cuerpo, estaba empeñada en conseguir convencer a Edward de que no se resistiera más y que considerara volver a tener conmigo ese maravilloso momento de placer que tuvimos aquella noche en esta misma cama. -Por favor... dejame revivir lo de esa vez- murmuré contra sus labios. Separé un poco mi cuerpo de él, sentándome sobre él y con ayuda de ambas manos jalé hacia arriba la camiseta que Edward me había prestado para dormir hasta quitarmela completamente lanzándola a un lado de la cama, quedando solo con parte de mi ropa interior puesta.

Comenzó a hacerme perder el control, primero fueron sus labios que se abrieron en mis labios mientras yo cerraba mis ojos no podía estarla viendo, su rostro, su cuerpo me excitaban demasiado, acaricio mi cabello, mi rostro, mis orejas mi cuello, su respiración comenzó a acelerarse definitivamente estaba igual de excitada que yo, intentaba parecer tranquilo pero mi miembro estaba tomando forma bajo mis apretados jeans, mordió mi labio inferior y yo sentí como temblaba, se acomodo mejor sobre mi cuerpo y su sexo quedo en contacto directo con mi miembro suspiré y me dijo “dejame revivir lo de esa vez” me lo decía con esa voz que tanto me gustaba, suspire y abri mis ojos en el momento que se quitó la camiseta me quedé con la boca abierta se veía totalmente divina, mi cuerpo estaba respondiendo al suyo, me mordí el labio inferior mientras la miré –Es que… Entiendeme Emma no quiero que tengas estos moretones por mi culpa- susurré mientras sentía como me excitaba cada vez mas.

Quise hacer oidos sordos y no ponerle atención a sus palabras pues sabía que serían solo justificaciones por no ceder a mis actos.
Con mis manos me quité las ultimas prendas que me quedaban en el cuerpo y luego volví a inclinarme sobre él, llevando mis labios a los suyos. Lo besé despacio y lo miré con la respiración agitada -intentemoslo, solo... - volví a besarlo antes de terminar la frase, no me resistí, estaba muy excitada - intentemoslo- añadí completando lo que quería decir. Volví a sus labios y poco a poco comencé a introducir mi lengua en su boca, mientras tanto mi cuerpo empezaba a intentar acostumbrarse a la fría piel de Edward, pues mi abdomen y mis pechos estaban apoyados en su torso de hielo. -Por favor- insistí mientras mis manos se encargaban de desabrochar sus jeans con algo de desesperación.

Escuché lo que me decía sus palabras me excitaban, ella estaba excitadísima sus besos me lo demostraban, la tomé de la cintura cuando dijo porfavor y la giré poniéndome sobre ella comencé a besar sus labios sus manos me desabrocharon los jeans y comenzó a bajarme los jeans y yo la ayudaba con mis pies suspiré y la miré –Segura que quieres?- dije mientras besaba su cuello lentamente comencé a sentir como se excitaba y comenzaba a decir cosas que me excitaban a mi, suspiré y comencé a lamer su oreja lentamente y me acerqué a sus labios, estaba yo tan solo con mi ropa interior y ella se encontraba totalmente desnuda suspiré –Espera un segundo tengo que cerrar la puerta- me detuvo y sonreí sabia que no querria que me fuera, se puso esta vez arriba de mi y comenzó a hacer como si ya la estuviera penetrando comenzó a gemir mientras yo cerraba los ojos –Dios!- susurré mientras me excitaba cada vez mas.

Que si estaba segura que quería? es que a caso mis hechos y mis palabras no lo afirmaban?... dios... Edward tenía una fuerza de voluntad que nunca antes había conocido en alguien, pues podía sentir su miembro erectado y sin embargo seguía cauto intentando que evitaramos lo que de todos modos ocurriría gracias a mi insistencia.
-No iras- le dije mientras enrollaba mis brazos en su cuello y lo besaba con pasión, luego me volteé quedando otra vez sobre él intentando mostrarle que no se iría a ningún lado. Me moví un poco sobre él mientras veía como cerraba sus ojos ya resignado, no podía perder la oportunidad de tener otra vez en mi cuerpo aquellas maravillosas sensaciones de nuestra primera vez juntos en la cama. Volví a inclinar mi cuerpo y comencé a besar su cuello mientras mis manos jalaban su boxer hasta conseguirlo. No detuve mis besos, ya ambos estabamos completamente desnudos, por lo que tomé su miembro con delicadeza y comencé a introducirlo en mi sexo despacio aunque con algo de desesperación. Gemí en su cuello al sentir como empezaba a entrar en mi hasta que finalmente lo conseguí y empecé a moverme muy despacio, pues al no estar acostumbrada me había dolido un poco en un principio.

Suspiré cuando me quitó el bóxer, llegué al punto que gemí su cuerpo sobre el mio me daba una deliciosa sensación, sentí como su sexo me daba paso a entrar en ella tomo mi miembro con su mano y comenzó a besar mi cuello mientras entraba en ella lentamente con su ayuda gimió con un poco de dolo puesto que con la costumbre se iba a ir tranquilizando ese dolor, mi miembro entro hasta el fin de su sexo y comencé a acariciar su cintura y ella besaba mi cuello lentamente, le mordí el labio lentamente y comencé a lamer sus labios estaba realmente excitado con su cuerpo arriba del mio, ella gemía en mis labios, sonreí y me separe de sus labios para que pudiera respirar.

Cuando comenzó a acariciar mi cabello y mi cuello sentí como su cuerpo se acoplaba totalmente con el mio, era algo delicioso, sentía como se estremecía y su cuerpo comenzaba a contraerse ante mis leves embestidas, sentí como gemía en mi oído, suspiré y sentí como comenzaba a subir y bajar en mi miembro, apreté con mis manos sus caderas y gimio mordiéndose el labio –Te gusta?- susurré mientras besaba sus labios y luego su oído.

Continué con mis movimientos de cadera, en la cuál Edward tenía sujetada con ambas manos. Mis labios estaban en su cuello y luego me salí de allí al sentir como Edward apretaba mis caderas, no me había dolido, pero sí debía reconocer que lo hizo con algo de fuerza seguramente tras la desesperación. Lo miré mientras mis manos echaban hacia atrás su pelo me mordí mi labio inferior. Mi boca volvía a unirse a la suya formando otro dulce beso de los que tanto nos gustaban a ambos.
-Que si me gusta?- repetí volviendo a besar sus labios, entrelazando mi lengua con la suya y luego me volví a apartar para continuar con mi respuesta - me ... encanta- dije entrecortado sin dejar de mover mis caderas sobre él, estaba completamente extasiada, no me sentía parte de este mundo, yo estaba en otro, uno donde solo Edward y yo existíamos.

Estaba dentro de ella mi cuerpo se contraía cada que ella se excitaba y se movía mas, cerré los ojos y comencé a mover mi cadera para que las penetraciones fueran mas profundas, me mordí el labio mientras mis manos sin pensarlo iban a sus senos, suspiré y me giré sobre ella quedando yo arriba, suspiré y comencé a entrar lentamente dentro de ella mis manos en sus senos los acariciaban, sentía como se retorcía en mis manos sus manos fueron a mi cabello jalándolo y apretándome mas contra ella suspiré –Mi amor…. Estas bien?- dije mientras entraba poco a poco dentro de ella y salía lentamente.
Su cuerpo temblaba estábamos excitados, extasiados, llenos de placer, nuestros ojos cerrados, nuestros labios entre-abiertos proporcionándose besos lentos, rapidos, llenos de pasión, eran los besos mas ricos que jamás me habían dado, esta chica me movia el universo entero.

Hasta el momento era yo quien estaba haciendo todo el trabajo moviendo mis caderas sobre él, hasta que de pronto me volteó quedando esta vez el sobre mi pequeño y delicado cuerpo. Se colocó con cuidado en una posición en que no me aplastaba del todo lo que nos hacía a ambos estar bastante cómodo. empezó a darme delicadas embestidas pero eran bastante profundas.
-Estoy... bien, todo perfecto - dije entre gemidos, pues a ratos hasta me faltaba el aire tras lo agitada que me encontraba incluso abajo de él.
Lo besé despacio en sus labios mientras él no dejaba de moverse sobre mi, quien recibía sus embestidas con total placer. Separé un poco más mis piernas y Edward acarició uno de mis muslos mientras una de mis manos enrollaba su cuello y continuaba dándole un beso tras otro.

Comencé a embestirla lentamente cuando separo sus piernas mas comencé a acariciar uno de sus muslos y pase su pierna para que abrazara mi cintura con ella mientras su mano se enrrollaba en mi cuello nos besábamos lentamente mientras mis embestidas eran lentas pero muy profundas mi mano se encontraba acariciando sus muslos subia hasta su tobillo y lo acariciaba, mi otra mano se escabulló entre nuestros cuerpos y fue a parar hasta su clítoris el cual comencé a acariciar lentamente dándole todo el placer con mis penetraciones lentas y mis caricias y apretones en su clítoris, sus labios entreabiertos me excitaban, sus ojos cerrados me decían que lo estaba disfrutando asi comencé a bajar hasta sus senos los cuales comencé a lamer lentamente sus pezones y dar pequeños besos asi ella comenzó a acariciar mi cabello mientras observe como no podía mas con su excitación, yo por mi lado estaba dispuesto a durar todo el dia haciéndole el amor.

Una de mis piernas ahora enrollaba la cadera de Edward, él acariciaba mis muslos y continuaba dándome lentas pero profundas embestidas cargadas de pasión. Luego sus dedos llegaron a mi clitoris el cual acarició mientras continuaba dándome embestidas sin detenerse. Gemí con fuerza tras la sensación nueva que me había producido y cuando creí que ya nada podía ser mejor empezó a disfrutar de mis senos, los cuales comenzó a besar y lamer.
Llevé una de mis manos a mi boca para taparla ya que otro fuerte gemido se escapó desde mis labios y me dió un poco de verguenza por el hecho de pensar que alguien allá afuera podría haberlo oído. Edward se rió despreocupado y volví a destapar mi boca para llevarla hasta la suya y besarnos otra vez con muchísima pasión y lujuria. A ratos tenía que volver a coger aire y solo así podía continuar besandole, pues me resultaba muy fácil ahogarme tras la excitación del momento.

Su pierna me apretaba mas a su cuerpo mis gemidos eran pausados al contrario de mi respiración, esta era acelerada, mis embestidas iban aumentando en su profundidad pero nunca dejaban de ser lentas, sentía como mi miembro rozaba todo su sexo, sus labios entreabiertos me pedían mas, sus ojos cerrados, me encontraba en sus senos cuando gimió fuertemente y se tapó la boca, no pude evitar soltar una risilla despreocupada puesto que a Emma le había dado vergüenza por que alguien le escuchara afuera de mi cuarto, sonreí sintiendo como su cuerpo se contraía bajo el mio, suspiré cuando comenzamos a besarnos lentamente, pasamos de un beso lento y tierno a un beso lleno de pasión y lujuria, su espalda se separaba de la cama, eso me decía que estaba totalmente excitada, nuestros labios pegados en un beso delicioso se separaban tras ratos de besos puesto que ella sentía que se ahogaba, sentí una contracción con mi miembro y paré un segundo susurrando en su oído –No quiero terminar aun- dije mientras bajaba a su cuello lentamente, pasaba mi lengua por su oído, mordiendo levemente su lóbulo izquierdo.

Subí la otra pierna a su cadera, ahora eran las dos quienes lo enrollaban. Después de recibir sus continuas embestidas Edward decidió detenerse un momento y tras su susurro en mi oído comprendí lo que ocurría. A cambio de las embestidas recibí deliciosos besos en mi cuello y luego en mi oreja que me hicieron gemir nuevamente. Hasta ahora todo estaba saliendo perfecto, Edward estaba siendo lo más cuidadoso posible conmigo y pese a lo exictados que nos encontrábamos él se empeñaba en no lastimarme.
-Quiero sentirte otra vez... - susurré refiriéndome a que quería que volviese a darme esas embestidas que me trastornaban. Llevé mis manos a su espalda y la acaricié completamente de arriba a abajo esperando a que me diera en el gusto... lo amaba de sobremanera y ya estaba malacostumbrada a tenerlo junto a mi, ya no podría separarme de él jamás.

Escuché un gemido salir de sus labios cuando mi boca se encontraba en su oreja sonreí, realmente me superaba a mi mismo, estaba siendo de lo mas cuidadoso con ella, mis embestidas eran lentas y a ella le gustaba, sonreí de lado y besé su mejilla cuando me dijo “Quiero sentirte otra vez” suspiré y comencé a dar pequeñas embestidas cuando llevó sus manos a mi espalda y comenzó a acariciarme de arriba abajo, suspiré mientras mis embestidas comenzaban a ser mas lentas y a la vez mas profundas, mis dedos volvieron a acariciar lentamente su clítoris jalándolo por ratos mientras sus dientes fueron a mi hombro y yo no pude hacer mas que sonreír a cualquier otro lo hubiera lastimado pero a mi esto me hacia gracia. Suspiré cuando comencé a penetrarla y embestirla lentamente mi miembro estaba totalmente erecto, me encantaba estar dentro de ella.

Me dió en el gusto tal como quería y así fue como nuevamente retomó las embestidas de una forma bastante lenta pero profunda. De pronto en medio de ello acarició mi clitoris y no pude hacer más que morder su hombro tras la excitación, pues era lo más cercano a mi boca en ese instante. El se rió sin darle importancia a la huella de mis dientes que le había dejado en la piel... esa era una de las ventajas de tener un novio vampiro inmortal al cual tus mordiscos y rasguños no le hacían nada. Sonreí al entender lo que estaba pensando, pero era cierto de todos modos.
Volví a llevar mis labios a los suyos y comencé a besarlo apasionadamente, mordiendo a ratos sus labios y lengua pues estaba algo descontrolada por culpa del placer que mi amado me inspiraba. Mientras lo besaba deslicé mis manos por todo su cuerpo mientras mi respiración estaba muy acelerada y empezaba a gemir más seguido, uno tras otro. De pronto sentí que las manos de Edward apretaron con fuerza mi cintura, tanto así que hice una mueca de dolor en mi rostro que esperaba que no haya visto, pues no quería que se detuviera. Esto no estaba bien... si empezaba a hacerme daño significaba que ya estaba perdiendo el control igual que la vez pasada.

Comenzó a besarme apasionadamente mordiendo mis labios y mi lengua, sentí como estaba temblando mi cuerpo, estaba comenzando a descontrolarme por completo, su cuerpo me llamaba a hacerle el amor de diferentes formas, quería hacerle el amor sin control pero debía hacer todo lo que estaba en mis manos para no lastimarla, de un momento a otro mis manos fueron a su cintura mientras la penetraba y la apreté muy fuerte que logre ver una mueca de dolor en el rostro de mi amada, suspiré y me detuve por un momento me aleje de ella y la miré ella negó con la cabeza como diciéndome que porfavor no parara, mi miembro me decía que no parara pero el poco sentido común que aun tenia me suplicaba que parara, si no me iba a arrepentir como la ultima vez, enrealidad con sus besos comencé a sentir como me descontrolaba nuevamente y puse mis manos en las sabanas y apreté las mismas ella sonrió puesto que comprendía el porque ya no la agarraba a ella.

Por más que traté de ocultar mi dolor... Edward se dió cuenta de todos modos, su rostro cambió automáticamente, parecía horrorizado y se separó de mi cuerpo aparentemente asustado de no querer lastimarme otra vez. Negué con la cabeza, pues no quería que se apartara -Edward... por favor, no pasó nada- dije acercándome otra vez a su cuerpo, no quería que se me escapara aún.
Tomé sus mejillas con mis dos manos y noté como el llevaba las suyas a los costados, sin ganas de tocarme y comezó a apretar las sabanas con los puños una vez yo comencé a besarlo otra vez. Lentamente fuí posicionandome sobre su cuerpo denuevo y empecé a acariciar el costado de su torso despacio, disfrutando cada centímetro de su piel.

Subio arriba de mi y yo puse mis manos apretando las sabanas no quería lastimarla otravez era lo que estaba intentando evitar desde que comenzó esto, suspiré y sentí como lentamente comenzaba a acariciar mi torso sintiéndome cada vez mas excitado comencé a sentir como subia y bajaba ella sola para penetrarse con mi miembro, mis gemidos iban en aumento por la delicadeza de sus movimientos poco a poco comenzó a darse de sentones en mi miembro y yo no pude evitarlo y comencé a gemir –Mi amor….- no podía evitarlo estaba excitadísimo, estaba apunto de reventar –Aun no quiero que acabe- susurré mientras apretaba mis puños en la cama y mi cabeza se levantaba del colchon al punto de llegar a sus pechos, los cuales comencé a lamer y chupar lentamente mientras ella pegaba mi cabeza a sus pechos y seguía dándose sentones en mi miembro.

De a poco retomé los movimientos sobre su miembro mientras acariciaba los costados de su torso, estaba muy excitada y por el modo en que Edward apretaba las sábanas... él también lo estaba.
De pronto me dijo que no quería acabar, pero yo no podía detenerme, estaba deseosa de recibir más y más de estas exquisitas sensaciones que hacían mi cuerpo vibrar. Su cabeza se levantó del colchón y con mi diestra la levanté aún más hasta que su boca llegó a mis pechos los cuales empezó a besar mientras yo continuaba concentrada en mis movimientos sobre él. Empecé a gemir más alto y seguido, estaba demasiado excitada y sentir su lengua en mis pezones ademas de sentir su miembro erecto de esa manera dentro de mi me volvía completamente loca. Precioné más su cabeza a mi pecho y luego con mis manos comencé a jalar su pelo mientras empezaba a saltar más rápido sobre su cuerpo.

Aunque sus senos invadían mi boca y mi lengua estaba ocupada con sus pezones de mis labios salian gemidos ahogados mientras ella apretaba mi cabeza contra los mismos, mi miembro la penetraba mas fuerte debido a sus saltos contra el mismo, estaba agotado me encantaba estar de esta forma con ella comencé a mordisquear lentamente sin lastirmar los mismos, ella gemía y apretaba mas mi cabeza contra sus senos –Ayyyy mi amor- gemi en sus senos mientras ella gemia y gritaba haciendo que las embestidas fueran mas rapidas y mas profundas, básicamente estaba sentada sobre mi miembro y yo estaba sentado lamiendo, besando, chupando y sus pezones y sus senos, no podía creer que estaba haciendo el amor con Emma tenerla tan cerca de mi era lo mejor que me había pasado, comencé a temblar de placer.

Escuché a Edward responder al placer que estaba recibiendo, pero yo en tanto no tenía aire para poder hablar. Los gemidos no pensaban detenerse, todo lo contrario cada vez se incrementaban más.
Sentía como el cuerpo en cualquier momento iba a dejar de funcionarme, pues estaba usando toda mi energía en dar saltos sobre él que iban aumentando su rapidez gradualmente. Jalé el pelo de Edward separándolo de mis pecho y me incliné un poco buscando sus labios con los mios. Cuando di con ellos los besé con mucha pasión, como si el mundo se me fuese a acabar en ese instante, Edward me respondió de igual manera tal como me lo esperaba, pues ambos nos complementabamos perfectamente. El jalón de las sabanas cedió y éstas terminaron rompiendose... seguramente si hubieran estado esas manos en mi cuerpo me habrían roto un par de huesos, asi que agradecía que sus manos hayan estado a sus costados. Sentí que el aire se me acababa y justo cuando empezaba a ahogarme ya sin aire, recibí mi orgasmo gimiendo de placer, dejando caer mi cuerpo sobre el de Edward, quien aparentemente también había acabado recibiendo su orgasmo al mismo tiempo que yo.

Estaba sintiendo como ambos estábamos llegando al orgasmo, jalé la sabana con mis manos y comencé a sentir como ella también llegaba al orgasmo al mismo tiempo que yo, cayó ensima de mi y yo no pude hacer nada mas que abrazarla, comencé a acariciar su espalda mientras ella intentaba recuperar su respiración, sonreí mientras buscaba su cuello y comenzaba a besarlo lentamente, habíamos hecho el amor y ella estaba ilesa, suspiré al llegar a su trasero y comencé a acariciarla –Estas bien?- dije cuando escuché que su respiración estaba mas tranquila –Te amo- susurré en el oído de mi amor. Afuera estaba Alice pegada a la puerta diciéndoles a todos lo que habíamos hecho no lo pude creer y susurré –Chismosa- creo que lo había escuchado y se fue, sonreí de lado y Emma me miró estaba sumamente cansada.

Me dejé caer en el cuerpo de Edward exausta, el me rodeo con sus brazos y comenzó a acariciar mi espalda mientras yo me esforzaba por recobrar la respiración. -Estoy bien vampiro...- le respondí en tanto llevaba una de mis manos a su nuca y comenzaba a acariciar la parte baja de su pelo. Estaba demasiado cansada, con suerte podía hablar, pero no había duda de que me sentía extremadamente bien. Nunca me había sentido mejor, lo vivido había sido maravilloso, sentir a Edward de esta manera me hacía sentir en las nubes, lo amaba demasiado tanto que no sabía de que manera poder llegar a expresarle todo lo que sentía por él.
Escuche que susurró "chismosa" , fruncí el ceño extrañada sin entender lo que pasaba y lo miré con algo de dificultad debido a lo cansada que estaba -chismosa quien? .... - dije en un hilo de voz, me lo estaba diciendo a mi? ... o a quién más? .... según entendía estábamos solos en la habitación.