Otro día aquí [Edward]

Sonreí al verla comer las galletas, miraba sus labios moverse al compas de las mordidas que le daba a las galletitas de vainilla, al parecer eran de sus favoritas por la forma en que las comia, sonreí mientras ella comía y escuche que si era natural –Mmm me alegra que seas natural porque asi se ven mas bonitas- dije mientras enrollaba un mechon de su cabello en mis dedos y lo jalaba soltándolo, me encontraba mirándola cuando me afirmo algo que yo le había dicho que podía confiar en mi, y yo solo asentí con la cabeza mientras ella seguía comiendo y continuaba con lo que tenía que decirme.

-Tacharte de loca? Primero ya pienso que eres loca por estar hablando asi conmigo y segundo jamás se lo diría a nadie- dije mientras la miraba con ojos de borrego a medio morir ya que me gustaba demasiado esta chica, cada segundo que pasaba con ella me gustaba mas y me gustaba pasar tiempo con ella aunque casi nunca lo pasaramos.

No hacía falta que me lo dijera, algo en mi interior me decía que podía confiar en él.. -Ok ok... te creo que ya me consideres loca, pero nada de llamar al manicomio, prometelo- le dije seria y el asintió con la cabeza mostrandome una sonrisa de medio lado, que por cierto lo hacia ver demasiado guapo.

Tomé aire y no quise dudar más, se lo diria de una vez ya sin más miedo. -Veras, tengo como una especie de "habilidad"- dije haciendo hincapié en la última palabra - pero no es una habilidad asi tipo deportiva o para los negocios o esas cosas que imaginas, es otro tipo de habilidad extraña Ed - le dije mirandolo a los ojos, quería saber si debía continuar o no, pero su rostro tan tranquilo y sereno me daba la confianza para proseguir con mis palabras. -Puedo hacer que te duermas robando tu energía- añadí haciendo una pequeña mueca con los labios, espectante a ver que me decía.

Al escuchar “Nada de llamar al manicomnio” me limité a sonreír de lado y asentí con la cabeza mientras la escuchaba, se me quedó viendo a lo que asentí nuevamente para que continuara, “Una especie de habilidad” dijo, me hizo dudar un poco había escuchado algo de esto por sus pensamientos pero nada concreto en si, mi rostro hacia notar que no me iba a espantar por nada que me dijera asi que respiró y continuo diciéndome “Puedo hacer que te duermas robando tu energía” sonreí al ver la mueca en sus labios.

Mire su labio inferior y lo moví con mis dedos –Si, es raro pero nada para mandar al manicomnio, puedes robar energía- dije Mmm ahora entiendo todo, por eso la buscan y por eso esta con nosotros –Y sabes controlarlo?- dije mientras la miraba, hacia tanto tiempo que no dormía sonreí de lado pensando en la tonta posibilidad de que me durmiera un rato, -Y si me hicieras dormir a mi? Digo como una prueba- sonreí mientras pasaba mis dedos otravez por su cabello rubio.

Asentí con la cabeza cuando me preguntó si podía controlarlo, claro que podía, yo había nacido con esto y desde niña siempre lo utilizaba jugando a dormir a mis mascotas.
-Me encantaría probarlo contigo, es más de este modo puedo mostraste que no es palabrería y hablo en serio- le sonreí y me acerqué nuevamente a él y lo abracé con cariño -lo hago para que no te caigas - dije excusandome por lo del abrazo, no quería que pensara que le estaba coqueteando las 24 horas del día, no quería agotarlo ni cansarlo de mi, solo conseguiría que se alejara.

Cerré los ojos y me concentré un momento, sintiendo como la energía de Edward era absorbida por mi cuerpo como por arte de magia, poco a poco empecé a notar lo cansado que estaba hasta que de pronto cerró los ojos por completo y se durmió completamente. Lo mecí un poco para verificar que estaba dormido y este no se movió, sonreí y lo miré dormir, se veía precioso, era un verdadero principe.

Escuché sus palabras “Lo hago para que no te caigas” fue lo ultimo que escuché tras sentir como mi cuerpo poco a poco perdia la energía comencé a caerme poco a poco y me caí en el sofá sin decir nada, me quedé totalmente dormido, después de un rato comencé a abrir los ojos y la miré viéndome me mordí el labio y no pude evitar correr a abrazarla y besar su mejilla –Te juro que me hiciste descanzar como nunca preciosa gracias-

Estaba feliz de que pudiera aver dormido y si, soñé como antes no lo había hecho soñé con Emma, soñé que ella era la indicada, la elegida para ser mi pareja, sonreí de lado tras recordar y la miré nuevamente –Los demás ya llegaron?- pregunté viéndola y observando mi alrededor todo se veía mas lindo, todo se veía mejor.

Edward despertó de pronto y parecía un poco diferente. Me agradeció por haberlo hecho dormir y dijo que logró descansar como nunca lo había hecho. Alcé una ceja y lo miré media confusa -tranquilo, aún no ha llegado nadie... creo- dije pensativa, la verdad es que yo también me había quedado dormida un momento mientras veía dormir a Edward, así que no tenía la certeza de que alguien habría llegado o no.

-Ahora ya me crees? yo no miento - le aclaré con seguridad. Recordé los momentos en que vi a Edward dormir, se veía más que precioso, parecía un ángel. En ningún momento dejé de abrazarlo, incluso a ratos de le daba caricias, pero solo eso. Podría haberlo besado finalmente y así sacarme la obseción de la cabeza que tenía, pero no lo hice... pues no era el modo en el que quería sentir los labios de quien amaba realmente.

Sonreí al verla, la veía mas preciosa después del favor que me había hecho, suspiré mientras la veía y escuchaba lo que decía comencé a acariciar sus manos con las mias no podía creer que había hecho que me durmiera, sonreí cuando me dijo que si ya le creía –Claro que te creo preciosa, jamás dude de ti- susurré mientras me acostaba en el suelo y cerraba los ojos intentando dormir otravez, sonreí de lado y la abracé.

-Otravez- susurré diciéndole que me durmiera otravez, parecía un chiquillo pidiéndole a su mamá que tenia sueño pero no, era yo diciéndole a mi futura chica que me ayudara a descanzar un rato mas, suspiré y acaricié su cabello –Rubia natural- susurré riendome

Otra vez? de que demonios estaba hablando? -Vamos Ed, si quieres dormir pues cierras los ojos y ya, no hace falta mi don... en serio esto no es un juego del que deba abusar por diversión- le dije algo seria mientras jugaba con un mechón de mi pelo, si creía que esto era para entretenerse estaba muy equivocado... por qué no se dormía y ya como la gente normal?.

Miré el reloj que tenía puesto en mi muñeca, era tardísimo, poco mas de las 3 de la mañana para ser exacta, no podía entender como me había pasado tanto rato con Edward sin siquiera darme cuenta de la manera en que el tiempo transcurría.
Definitivamente no me iría a dormir aún, quería aprovechar cada momento junto a Edward ya que no sabía si mañana o pasado me volvería a hablar gracias a su conducta bipolar que me desesperaba tanto.

Suspiré tras escuchar lo que me decía y acaricié su rostro con mis dedos –Bueno pero no te enojes- sonreí, dormir como una persona normal… jajaja ojala pudiera hacerlo, me limité a sentarme a su lado y logre que se recostara en mi hombro y comencé a acariciar su espalda y su cabello lentamente, besé su cabello lentamente mientras sentía como se iba quedando dormida poco a poco.

Cerré los ojos y susurré –Puedes robarme la energía otravez? Algun dia telo explicaré- susurré en su oído mientras beaba una y otravez su cabello, sentí por un momento como ella se dejaba llevar y comenzaba a absorver mi energía haciéndome sentir un tremendo cansancio.

Que le robara la energía otra vez? vaya me lo pedía como si no hubiese escuchado nada de lo que le dije anteriormente, se estaba aprovechando de que no podía decirle "no" a esa carita tan perfecta.
Me acomodé un poco más a su cuerpo cubriendonos a ambos un poco más con las mantas y poco a poco comencé a quitarle su energía tras su insistente petición. -No te acostumbres Edward, no siempre haré lo que tu quieres - espero... dije lo último en mi mente, la verdad es que él me tenía en la palma de su mano y pese a mi seguridad y desplante, me costaba mucho negarme a alguna de sus peticiones.
Comencé a acariciar su pelo, entrelazando mis dedos en el y jalandolo despacio a ratos, todo esto mientras me iba robando su energía, para asi conseguir que se durmiera finalmente.

Sonreí tras escuchar el “No te acostumbres Edward” suspiré y comencé a quedarme dormido a su lado mientras acariciaba y jalaba mi cabello, mis labios fueron a parar directamente en su cuello debido a que mi cabeza calló en esta posición mi nariz aspiraba el delicioso aroma de su sangre al tiempo que ella me iba durmiendo poco a poco, sus caricias me estaban gustando demasiado, sentí un momento que me iba a dormir y entre abri los labios dejando un poco de la piel de su cuello en los mismos.

Suspiré sintiendo como iba cediendo mi energía ante su robo, y me quede dormido a su lado recargado en su cuello con mis labios a pocos centímetros de este, entre sueños logre percibir su aroma y este se quedo impregnado hasta lo mas profundo de mis sentidos, seguía sintiendo sus caricias, algunos jalones tiernos que le daba a mi cabello, era de lo mas rico estar asi.

El helado rostro de Edward me daba escalofríos en el cuello, pero me gustaba tanto tenerlo cerca, que no me molestaba engañarme a mi misma como que no pasaba nada.
Sentí como su cabeza cayó con más peso y así pude darme cuenta que finalmente se había quedado profundamente dormido. Suspiré mirando hacia la chimenea mientras Eddie estaba de lo más cómodo sobre mi cuerpo, lo acaricié despacio por la espalda y luego llevé mi diestra hasta su rostro para recorrer sus frías mejillas. ¿Por qué había insistido tanto en que usara mi don con él? quizás hace días tenía problemas para dormir y bajo mi poder era la unica forma en que tenía para conciliar el sueño.
Seguí mirando hacia en frente pensativa, cualquiera que llegase ahora y nos viera de esta forma juntos seguramente pensaría que entre nosotros había pasado algo... pero lamentablemente para mi no era así, aunque agradecía muchísimo que al menos el día de hoy empezáramos al fin a conocernos ,era tremendo logro considerando que hace un par de días ni siquiera me saludaba, con suerte me miraba y notaba mi presencia en su casa. De pronto comencé a sentir sueño y lentamente empecé a cerrar los ojos hasta dormirme junto a Ed finalmente.

No sabia como habia iniciado todo, ahora yo estaba dormido en los brazos de Emma Hennigan, sintiendo el calido abrazo que me proporcionaba su cuerpo ya dormido, sintiendo su respiración en su nuca, mas todo parecia un sueño, un sueño delicioso del cual jamas quisiera despertar, empecé a escuchar voces, voces de mis hermanos y de mis padres, senti como queria despertarme, al estar ella dormida no podia recuperar mis energias.

Cerre mis ojos nuevamente y me dispuse a disfrutar lo que hasta ahora parecia imposible pero con la llegada de Emma todo parecia posible y todo se hacia realidad, ella era un sueño hecho realidad. Desde que habia llegado a la casa cambios importantes habian sucedido, cambios que no estaba muy seguro si eran para bien o para mal, pero ella me habia robado los ojos y ahora mi mirada era solo para ella, no habia belleza que la pudiera igualar, y ahora que estaba dormido (cosa que jamas habia podido hacer desde que me convirtieron) a su lado, era el mejor dia que habia tenido y era lo mejor que me habia pasado.

Desperté tras el frío que mi cuerpo sentía. Intenté mover mis extremidades un poco antes de abrir mis ojos, pero parecían congeladas y estaban lejos de presentar algún tipo de movimiento. No recordaba donde estaba ni mucho menos porqué tenía tanto frío, pero de pronto sentí que mis brazos rodeaban algo. Abrí los ojos y me encontré con la sorpresa de que a quien abrazaba era a Edward. Su cuerpo estaba demasiado frío pese a estar cubiertos por las mantas, al parecer el haber estado pegada junto a él toda la noche me había ocasionado tanto frío. No sabía porqué estaba tan helado, solo esperaba que no estuviera enfermo o algo así. Lo mecí un poco pero con mucha sutileza, no quería que despertara de golpe y se asustara.
-Edward... despierta- susurré cerca de su oído mientras con mi mano sobre su frente empecé a darle un poco de energía.

Escuche una voz, un cuerpo a mi lado, que habia pasado, habia dormido como hacia mucho tiempo no dormía comencé a abrir los ojos escuchando una voz preciosa decir "Edward, despierta" me moví un poco y sonreí de lado tras abrir los ojos y ver los ojos de Emma un poco preocupados ya que habia dormido demasiado ademas su temperatura corporal contrastaba demasiado con la mía, pasé mi mano por mi cabello separandome un poco de ella y susurré -Que bonito fue dormir asi- sonreí de lado y me tallé un poco el cuello debido a que habia dormido un poco chueco y se me habia marcado.

Volví a sonreirle, ella hacia posible lo imposible y hacia los sueños realidad, parecía que habia llegado para quedarse y eso me alegraba en sobre manera, me daba mucha alegria estar a su lado y que fuera parte de la familia pero me hubiera muerto literalmente de ganas por besarle los labios en ese instante.

No sabía cuanto tiempo había pasado , solo sabía que ya había amenecido. -Pues bienvenido a la realidad Edward- le dije mordiendo mi labio inferior, había sido una sensación extraña, pues jamas pensé que dormiría abrazando a quien tanto amaba. Miré el reloj de mi muñeca y vi que eran las 9 de la mañana, lo que significaba que ya no había ido al instituto por haberme quedado dormida con mi Eddie. Me daba igual faltar asi que no tenía problema alguno con ello, además lo mejor de todo era que no me quedaría sola aquí en la casa... sino que todo indicaba que tendría la compañía de mi nuevo amigo que me encantaba.
Tenía ganas de seguir conociendole, pero no sabía bien que preguntarle, siempre me ponía demasiado nerviosa cuando me ponía a pensar en como actuar o que decirle para entablar algun tipo de conversación que nos uniera a ambos. - Habrán llegado los demás?- le pregunté para romper el hielo, sin haberme dado cuenta de que no solo estaban de regreso, sino que tambien nos habían descubierto dormir juntos.

El tiempo había pasado convenientemente lento, había amanecido, la miré al escuchar palabras salir de sus labios y sonreí tras ver como se mordía el labio, habíamos dormido abrazados, sus manos me habían tenido entre ellas toda la noche, la miré y sonreí como tonto al ver sus ojos, esos ojos que me enviciaban y me seducían por completo, Emma me gustaba como nadie me había gustado, todos habían salido a la escuela, y trabajo, excepto Emma y yo que nos habíamos quedado dormidos, bueno, estaríamos el resto de la mañana solos en la casa ya que aproximadamente la mañana había iniciado apenas.

Suspiré y peiné sus cabellos alborotados debido a la noche ajetreada que pasamos, y le sonreí mientras veía como se ponía nerviosa, al escuchar su pregunta me limité a voltear hacia las escaleras y asentí –Si, logre escuchar voces anoche pero mi cansancio fue tanto que no pude ni abrir los ojos, Y ahora supongo que todos asistieron a la escuela y mis padres al trabajo- dije sonriéndole de manera arrebatadora tanto que logre arrancarle un suspiro.

Todo parecía indicar que el resto ya nos había descubierto a Edward y a mi dormir juntos y de una forma bastante cariñosa para tratarse de dos jovenes que con suerte se dirigían la palabra.
-Nos quedamos dormidos.... - dije tras un suspiro, diciendo notar lo evidente -ya no iré a clases y bueno necesito que alguien cuide de mi... - dije lanzando la indirecta de que no quería que se alejara, asi que mi excusa sería el hecho de requerir su protección.
Sabía que le ablandaría el corazón de a poco, solo necesitaba algo de tiempo para hacer que le empiece a caer bien y luego de eso con un poco de suerte podría incluso llegar a gustarle.
Edward continuaba mirando las escaleras, como haciendo caso omiso de mis palabras, no sabía si me estaba poniendo atención o estaba pensando en otra cosa, pero debía lograr que se quedara conmigo como fuera, pues no sabía si tendría otra oportunidad como esta otra vez.
-Edward?- susurré esperando que me oyese y luego lo jalé un poco de la ropa para que volviera a mirarme.

Escuche sus palabras pero mi mirada seguía en las escaleras, debía controlarme tenía que besarla en ese momento, asi que bajé la mirada después de un rato y ambos nos quedamos callados, luego me empezó a jalar la ropa y giré mi mirada a verla, mis ojos se fijaron en sus labios entreabiertos diciendo Edward casi en un susurro, suspiré sin dejar de verla y sonreí de lado mientras uno de mis dedos iba a sus labios y lo acomodaba en ellos como haciendo una seña de “shh” sonreí al ver como su mirada se perdía en la mia.

Nuestras miradas encontradas, mi dedo en sus labios entreabiertos, sus manos nerviosas comenzaban a sudarle y ella se tronaba los dedos mientras estábamos perdidos en la mirada del otro, suspiré separando mi dedo de sus labios y dije –No te preocupes yo estare contigo todo el dia ok?- dije tomando esto como una escusa para no separarme de ella

Iba a volver a llamarle la atención cuando de pronto puso su dedo indice sobre mis labios, pidiendo de este modo que guardara silencio. Me desconcertó un poco con ese acto suyo, la verdad no me lo esperaba. Supongo que cosas como estas eran las que tanto me gustaban de Edward, era tan espontáneo que no sabías con lo que iba a salir para sorprenderte. Me puse nerviosa, empecé a sentir mis manos sudorosas y solo estaba concentrada en intentar controlarme, pues la mirada suya que tenía compenetrada con la mía hacía que sintiera mariposas en el estómago y peor aún... me deban una tremendas ganas por cometer una locura y besarlo sin importarme ya más nada.
Sus palabras me hicieron despertar otra vez, afortunadamente la verdad, ya que en cualquier momento perdería la razón.
-Gracias- susurré y luego me puse de pié tras los nervios, me paré en la ventana y miré allá a fuera, el clima había mejorado un poco, al menos ya no estaba nevando pese a que no había rastro del sol. Giré mi cuerpo y lo miré, estaba ahí sentado donde mismo -y entonces? cuales son los planes que tienes para mi hoy?-

Sonreí cuando se paró y miró por la ventana, los planes para ella el dia de hoy… La miré fijamente y me levanté situándome a su lado besando su mejilla –Pues los planes para hoy es estar contigo y hacer lo que usted desee el dia de hoy, asi que hagamos una fiesta, comamos, pidamos comida, gritemos, cantemos, bailemos- me reí –Alto! Yo no se cantar… Ni bailar asi que cualquier cosa excepto eso Rubita- dije mientras la miraba y comenzaba a jugar con su cabello haciéndolo en chinitos y soltándolo lentamente.

Le sonreí cuando miré sus ojos que me estaba viendo atónita –Que pasa?- dije mientras acariciaba su mejilla y la miraba, sus ojos denotaban sorpresa y yo solo podía reirme ante su sorpresa y la abracé –Habla- dije mientras mi mano acariciaba su espalda como la noche anterior llegando hasta su espalda baja y llendo hasta su nuca sintiendo estremecimiento en su cuerpo.

Parecía estar dispuesto a hacer cualquier cosa que se me antojara para matar el tiempo, bueno casi todo. Claramente si le pidiese que nos basaramos apasionadamente en el sofá o en su cuarto no iba a aceptar, pero por ahora el resto de sus ideas estaba bien.
No me había dado cuenta que me había quedado mirandolo como estúpida y pues lamentablemente Edward si lo notó, incluso me preguntó que era lo que me pasaba. No respondí inmediatamente tras la verguenza y el me abrazó con dulzura. Llevé mis manos a su espalda , dejando las palmas de éstas casi llegando a sus hombros. No las movi, osea... no le di caricias, las dejé ahí estáticas haciendo un poco de presión hacia mi cuerpo, quería sentirlo y darme a entender a mi misma que lo que vivía no era un sueño.
Me tardé un poco en decir una primera palabra. -No pensaba hacerte bailar ni cantar tranquilo... solo pensaba en pasear o algo así- eso dentro de lo posible, pues si de alucinar un poco, yo insistía en la idea de besarnos apasionadamente.

Estabamos solos en la casa, y ella con sus manos me apretaba la espalda, era tan rico sentir como me apretaba, suspiré mientras acariciaba su espalda de arriba abajo, me mordí el labio mientras sentía sus manitas indefensas y cariñosas intentar apretarme, mi mano llego hasta la parte baja de su espalda y la apreté ahí en ese momento sentí un pequeño estremecimiento de su parte, sonreí cuando habló -Entonces no voy a cantar, vamos a pasear por la nieve, nos vestimos bien y paseamos?- dije mientras me separaba un poco de ella y acariciaba su rostro con mis dedos y miraba esos ojos que me volvían loco.

Me metí por un segundo a sus pensamientos y me reí al descubrirla pensando en nosotros dos besándonos apasionadamente, era lo que mas quería en la vida pero tenía que aguantarme ya que yo no era un chico normal y podía hacerle daño, y eso era lo que quería evitarme, talvez mas adelante cuando la convirtieran pudiéramos estar juntos alfin… O bueno, uno nunca sabe.

Asentí con la cabeza a su idea, pasar el tiempo con el en lo que fuera estaría bien, incluso si estabamos sentados mirandonos el uno a la otro solamente, era perfecto de todos modos.
-Hey de que te ríes?- le pregunté al sentir su carcajada, no entendía que cosa era lo gracioso, pero todo indicaba que se había acordado de alguna cosa o algo así, pues no habían motivos aparentes.
Quise dejar pasar la respuesta y lo miré algo preocupada - quien debe abrigarse bien para salir eres tu, tus dedos están demasiado fríos... - susurré tras congerlarse la parte de mi rostro que había tocado. Edward parecía enfermo o sufriendo una baja de presión constante pues desde anoche que sentía que cada parte de su cuerpo estaba demasiado fría.
Llevé la palma de mi mano a su mejilla y la acaricié -vamos a abrigarnos entonces para salir, aunque si estás enfermo no hay problema de quedarnos aquí junto a la chimenea otra vez- dije dejando caer mi mano de su rostro.

Suspiré y sonreí cuando me dijo que tenía que abrigarme, acarició mi mejilla mientras bajaba su mano tras decirme algunas cosas, me reí un poco y detuve su mano antes de dejarla caer de mi cara y la puse nuevamente en donde estaba –Puedes pasarme un poco de tu calor asi- dije sonriéndole mientras la hacia acariciarme una y otravez la mejilla mientras mi mano se encontraba en su cadera apretándola a mi cuerpo.

Cualquiera que entrara en ese momento pensaría que ella y yo estábamos en una relación secreta o algo por el estilo, obviamente mis intenciones con ella eran provocarnos lo mayormente posible para ver hasta que punto podía llegar a controlar mis instintos, al parecer yo era mas controlado porque la descubrí un par de veces mirando mis labios con los suyos entre-abiertos y pasando sus dedos “sin querer” por mis labios los cuales solo sonreían mientras me acariciaba la mejilla.