Buscando aire [Edward]

No sabía nada de Edward desde ayer cuando se había ido a encerrar a su cuarto. Luego de eso subi a mi habitación también pues no podía salir de la casa sin la compañía de alguien. Estuve viendo un poco de televisión, pero no había nada entretenido la verdad. Me la pasé así todo el día, con ganas de ir a tocar su puerta y decirle cuanto quería estar con él en ese momento... pues no podía quitarmelo de la cabeza pese a mi esfuerzo. Fué asi como llegó la noche y me quedé pensando en la posibilidad de que esta vez si volvería a mi y tocaría la puerta en cualquier momento. No pasó así, jamas llegó y ya rendida apagué la lámpara y me dormí, esperando poder verlo ya al día siguiente.
Desperté temprano, recién había amanecido. Fui a la ducha y me bañé rápidamente pues me sentía encerrada y necesitaba salir e ir por un poco de aire fresco.
A penas salí de la ducha me vestí y bajé las escaleras, iría al jardín un rato pues lamentablemente no podía adentrarme en el bosque pues tenía el pequeño problemita de que unos vampiros querían secuestrarme o algo así.
Cerré los ojos al recibir la fresca brisa al abrir la puerta, sonreí y caminé para sentarme bajo un árbol y aprovechar que no estaba lloviendo ni nevando, solo hacía un poco de frío nada más.

Era una mañana fria, la noche anterior me la habia pasado pensando en lo que habia sucedido con Emma Hennigan, Emma era muy agradable, la chica mas linda que habia visto en toda mi vida, cariñosa, tierna, y estaba preciosa... Sonreí ante la ironia de estar enamorado de una humana siendo un vampiro, ayer cuando probé su sangre fue la sangre mas deliciosa que jamas en mi vida hubiera probado, si me lo hubiera permitido la hubiera limpiado del labio, sonreí ante lo que pensaba pero era tonto, no podia estar mas tiempo tan cerca de ella, me levante de mi cama y fui hacia el patio en donde se suponia que nadie estaba, abri la puerta hacia el patio.

Ahi estaba ella, sentada tan linda como siempre, bajo un arbol respirando el aire fresco que daba la ligera brisa en el lugar, salí hasta donde estaba ella y sonreí -Como dormiste?- sususrré mientras me sentaba a su lado y recargaba mi cabeza en el arbol cerrando los ojos disfrutando del calido clima que nos proporcionaba el lugar.

Di un sobresalto en cuanto oí la voz de Edward,estaba tan concentrada pensando en tonterías que ni siquiera me di cuenta que se había sentado junto a mil. Giré el rostro para mirarlo y convencerme de que efectivamente estaba allí y no en un acto de locura había imaginado su voz.
No me equivocaba, allí estaba junto a mi, mirándome con esa cara tan perfecta que tenía en ella las facciones más lindas que jamás había visto en mi vida.
-No dormí mucho, pero estuvo bien... - respondí a su pregunta , iba a preguntarle "y tu?" ... pero por suerte no lo dije para no caer en el ridículo, Edward no dormía por ser un vampiro, pero como ya lo había visto dormido bajo mi don, tenía esa imagen en mi mente.
Cambie la pregunta por... -Que tal tu noche?- así estaba mejor, además no tenía idea se la había pasado aquí o quizá habría salido, pues por lo menos en mi cuarto no se apareció ni nada. El día de hoy estabamos más distantes... no sabía por qué pero ya no estabamos tan cariñosos como ayer, quizá estaba enojado o algo, pero se lo preguntaría después, no quería sacar conclusiones apresuradas.

Me reí cuando se sobresalto, ahora escuché su respuesta y me limité a acariciar el pasto que se encontraba bajo mi cuerpo, cuando escuché que tal tu noche, le dije -Pues fue una noche tranquila- sonreí mientras la volteaba a ver y giraba mi mirada a ver el azul del cielo, recordando lo bonito que era despertar cuando vivía mi mamá y ver el azul del cielo junto a ella, asi sentiría Emma cuando estaba con su familia, o no sentiría nada, o que sentiría ella cuando estaba a mi lado, me gustaría sentir lo que ella sentía como propio sentimiento.

No sabia que lo sentía hasta que escuché un suspiro salir de sus labios y me metí a sus pensamientos –No estoy enojado- susurré –Simplemente no te quiero lastimar- dije mientras arrancaba un poco del pasto verde que estaba alrededor de ese árbol, ese pedazo de pasto crecería y se haría mas verde y luego se secaría y en su lugar crecería mas pasto, pero asi no pasaría conmigo, yo no tendría desendencia, yo no tendría nada, o eso era lo que mi mente pensaba.

Asi que su noche había sido tranquila... me alegraba al menos saber que estuvo alejada de peligros, pues no me confiaba para nada de esos otros vampiros que me querían con ellos.
De un momento a otro Edward se metió en mis pensamientos, y justo en el peor momento de todos, cuando en mi mente intentaba explicarme el porqué de su frialdad de hoy conmigo. No me gustaba que se metiera en mi cabeza de ese modo, me avergonzaba muchisimo la verdad... era como si no pudiese jamás guardar ningún secreto, pues el sin problemas lo sabría arruinando cualquier tipo de sorpresa incluso para él.
Asi que no estaba enojado después de todo, solo no me quería lastimar, pero es que no se daba cuenta que lo necesitaba conmigo?.
-Ya veo... - susurré bajito, respondiendo a sus palabras mientras veía como arrancaba el pasto con sus manos con una enorme facilidad.
- No tengo la culpa de ser humana, ni tu de ser vampiro...- añadí mirándolo, pero el tenía la vista fija en otro lado, como si estuviese concentrado en otra cosa o algo asi.

Me giré hacia ella y suspiré –Si, no tenemos la culpa de ser lo que somos, y tampoco tenemos la culpa de sentir lo que sentimos, pero si te hiciera daño algún dia me muero- susurré mientras me acercaba a su rostro y besaba su mejilla alejándome de nuevo y sonriéndole mientras volvia a la misma posición de antes recargando mi cabeza en el tronco del árbol, era un dia tranquilo, sin sol pero sin frio, era un lugar muy lindo en el cual estaba situada la casa “Cullen” me reí un poco y acaricié el cabello de Emma con mis dedos.

-Y si no tenemos la culpa de ser lo que somos, que hacemos?- dije mientras hacia un rizo con su cabello y lo soltaba, hice lo mismo un par de veces mientras ella me veía extrañada –Lo siento, me llama mucho la atención tu cabello- susurré mientras volvia a hacer lo mismo que antes, mi mirada se encontró perdida por un momento en el dorado color de su cabello.

Edward insistía con la idea de que hacerme daño, pero estaba segura que si se lo proponía, su fuerza de voluntad podría vencer ante todo instinto.
Besó mi mejilla y luego volvió a recargar su cabeza en el árbol volviéndose a relajar.
Empezó a jugar con mi cabello, enrollandolo y soltándolo en reiteradas ocasiones y luego se disculpó por hacerlo, la verdad es que no me molestaba para nada que jugara con él, me daba igual la verdad.
-Que qué hacemos?... bueno tu sabrás mejor que yo, soy nueva en esto del mundo sobrenatural- dije sin mirarlo, pues él parecía divertido con mi pelo y no me movería para quitarle su diversión.
-Tu no puedes ser humano, pero yo si puedo ser uno de los suyos no?... - me imaginé siendo una vampira, no tenía idea lo que significaba serlo, pero seguramente debía ser divertido ser tan fuerte y hábil, aunque claro, una vez transformada en uno de ellos ya no habría vuelta atrás... pero de esa forma podría estar con Edward no? entonces sí valía la pena.

Sonreí cuando me dijo que hacíamos, y al escuchar que ella podía ser vampiro suspiré –Algun dia tendras que serlo pero no me gustaría que fuera pronto, debido a que perderas ese colorsito que tanto me gusta cuando hago esto- susurré antes de besar sus labios haciendo que sus mejillas se sonrojaran de un momento a otro seguí besando sus delicados labios y me separé riéndome acariciando sus mejillas rojas –Viste, este color jamás lo tendrías- susurré mientras mi cabeza volvia al árbol y mis dedos a su cabello.

-Cuantos años tienes Emma?- pregunté de la nada, quería cambiar el tema del beso, de su color que me encantaba, suspiré mientras acariciaba su cabello y me distraía totalmente con el, sintiendo como se enroscaba y se jalaba cuando lo soltaba, me reí un poco –Tu cabello es como dicen los comerciales de la Television … “Manejable”- dije esto con una sonrisa tonta en los labios.

Estaba atenta escuchandolo cuando de pronto me sorprendió con un beso en los labios que no me esperaba para nada, menos cuando dijo todo ese discurso de que no quería lastimarme y no se que. Luego se separó rápidamente justificando su acto explicando el color que tomaban mis mejillas cada vez que él hacía eso, malvado que era, se aprovechaba de que me derretía con esos actos suyos.
Un momento... en serio sería un vampiro tarde o temprano? y eso por qué?, iba a preguntarle pero justo irrumpió con otra pregunta. -Tengo 17- le dije curiosa por su pregunta -y... tu?- contrapregunté empezando a darme cuenta de que él podría tener una edad que claramente no aparentaba debido a su condición de vampiro. El siguió jugando con mi pelo mientras sonreía fascinado y yo me moría de curiosidad.

Sonreí cuando pensó que era malvado y seguía jugando con su cabello dulcemente cuando me preguntó cuantos tenía sonreí y pregunté –De cuantos parezco?- dije esto mientras acariciaba su cabello y bajaba a su mejilla una y otravez, era la chica mas linda que había conocido y como tal tenia que estar conmigo, era mia, asi lo había puesto el destino, asi lo había predispuesto la vida, que ella y yo estuviéramos juntos.

Mis dedos seguían moviéndose en su cabello acariciándolo y haciéndolo rollitos soltándolo una y otravez diviritiendome con el, me fascinaba el movimiento que hacia al soltarlo y volver a su estado normal, me reí un poco y suspiré –Parezco gay haciendo esto? Es que me encanta tu cabello-

¿Que de cuantos parecía? se veía joven, pero estaba casi segura de que tenía una enormidad de años tras la espalda - pues... no se, te ves como de mi edad o algo así- dije viendo como enrollaba una y otra vez mi pelo sin cansarse. Suspiré y de una vez le quité mi pelo, haciendomelo para un lado , como quitándole un juguete a un bebé.
Quería su atención y si seguía jugando así pues claramente no me la daría.
Giré un poco mi cuerpo quedando a un costado de él, mientras veía como volvía a apoyar su cabeza en el tronco del árbol en una postura totalmente relajada. Quería encontrar una solución a esto, quería estar con él sin culpas y demostrarle mis sentimientos sin miedo a que me fuese a atacar o que se yo.. cosas de vampiros que no entendía del todo tras mi desconocimiento en el tema.

Cuando me quitó el mechon de cabello que tenia entre mis dedos hice un pequeño puchero, que se quito tras tomar la postura que antes tenía, -Si, mas o menos tenia tu edad cuando me convirtieron eso fue hace como 100 años si no me equivoco, dije mientras la miraba a los ojos observando como se quedaba atónita ante lo que decía –Por eso me veo un poco antiguo ves?- dije refiriéndome a mi cabello color cobrizo que daba la apariencia de ser como una foto color sepia.
Me reí un poco y besé su mejilla –Sabes? Eres muy especial para mi y no me gustaría perderte por lo tanto debemos pensar en algo para estar tan juntos como nos lo permita la distancia- dije refiriéndome a que tomariamos las debidas precaucions para que no la lastimara pero estaríamos juntos a fin de cuentas si eso era lo que ambos deseábamos para que privarnos de una felicidad aunque esta felicidad nos trajera millones de problemas.

Asi que no me equivocaba después de todo... Edward tenía muchísimos años más de lo que representaba realmente y no podía negar que eso era algo por decirlo menos extraño. Reí cuando dijo eso de que se veía un poco antiguo, siempre pese a verse físicamente tan serio, salía con alguna cosa loca como ésta. Mi vista volvió a él en cuanto empezó a decirme que era especial para él y que no me quería perder, pero que debíamos pensar en una solución ... que le hacía pensar a Edward que yo sabría como manejar esto? por supuesto que no tenía idea de como tener el control sobre la situación, asi que solo suspiré y miré su mano que estaba sobre el pasto, muy cerca de la mía.
-Yo no se... pero quizás si me explicaras mejor - susurré aún mirando su mano y empezando a acercar la mía a la suya para acariciarla -que ocurre contigo? te dan ganas de comerme o que?... - le pregunté ingenuamente mientras entrelazaba nuestras manos con suavidad.

Tomo mi mano la entrelazo con la suya, me perdi con ese acto suyo y me mordi el labio, cuando me pregunto que que era lo que me pasaba, que si sentia ganas de comermela no pude evitar soltar una carcajada -Ya te dije que no comemos gente- dije mientras jugaba con sus dedos entrelazados con los mios sonrei y gire mi mirada hacia ella.

-Solo, tu sangre... Es la que me encanta, su sabor! Su textura, su color, su olor, todo en ella me llama la atencion, se que puedo controlarme pero hay momentos en los que no logro controlar mis instintos dije esto un poco apenado, mientras su mano y la mia seguian acariciandose, recargue mi cabeza en su hombro y solte un suspiro -Todo seria mas facil si ese beso no nos lo hubieramos dado, pero sabes que? mi cuerpo quedo casi tocando el suyo y mis labios rozando su oreja -No me arrepiento en lo mas minimo que haya sucedido lami su oreja lentamente y me separe nuevamente de ella.

Finalmente era mi sangre la que lo volvía loco, y temía de perder el control conmigo por culpa de eso. Acaricié su mano despacio mientras él terminaba de hablar. Me estremecí cuando lamió mi oreja y luego sonreí cuando dijo que no se arrepentía de nuestro beso después de todo, me gustaba saber que aparentemente Edward poco a poco empezaba a sentir cosas por mi, aunque claramente jamás de la misma manera en que yo sentía por él.

-Vale, no me comerás pero de todos modos me matarías si pruebas mi sangre no? - le pregunté intentando tener mas conocimiento sobre el tema, no entendía por completo la vida de los vampiros, y debía acostumbrarme a ellos pues después de todos, vivia en una casa rodeada de ellos.

Sonreí cuando se estremeció al lamerle la oreja, besé delicadamente su cuello y nuestras manos seguían acariciándose mutuamente, era una sensación deliciosa al momento que entre a su mente escuche un “empezaba a sentir cosas por mi, aunque claramente jamás de la misma manera en que yo sentía por el” sonreí ante eso pues no sabia lo que había hecho ella en mi, y estaba enamorado de ella, mi amor seria mas grande puesto que seria por la eternidad y esperaba compartirlo para siempre con ella.

Sonreí cuando me dijo “De todos modos me matarias si pruebas mi sangre no?” la miré y susurré –Ya te mate? Recuerda que probe tu sangre y no paso nada por la cuestión que yo tuve que controlar mis instintos, pero si nos hubiéramos seguido besando talvez me hubiera descontrolado y no tienes mas que de dos...- La miré fijamente a los ojos –O te mueres o te conviertes en un vampiro con todas las normas del asunto-

Cierto, había probado de mi sangre y yo aún seguía viva. Me sorprendía entonces la fuerza de voluntad con la que Edward había logrado dar solo esa probadita y ya dejarme a un lado, pues posiblemente si no se hubiera controlado habría sigo capaz de dejarme sin una sola gota hasta matarme... o según estaba entendiendo, también podría haber sido un vampiro como él.
-Debo reconocer que todo esto que estoy viviendo ahora me resulta casi una fantasía, aunque siempre creí en lo sobrenatural debido al don que poseía, aunque claro, por muchos años creí que estaba loca y lo imaginaba- dije haciendo una pequeña mueca al recordar mi pasado de niña con esa habilidad.
Miré a Edward quien estaba relajadísimo apoyado en el árbol, disfrutando del viento que a rato golpeaba nuestros cuerpos.

Sonreí cuando me dijo que había creído en lo sobrenatural y que creía que estaba loca y lo imaginaba y acaricié su rostro y besé su mejilla –Aun eres pequeña, solo un poco mas grande- dije esto mientras acariciaba su rostro con mi pulgar y mis demás dedos se encontraban en su barbilla –Pero no estas loca, si existe lo sobrenatural, y existo yo- dije tomando su mano y llevándola a mi rostro para que me tocara la cara y viera que si existía –Ya se que soy guapo pero no soy un sueño- dije guiñándole un ojo de modo que supiera que estaba bromeando.

-Eres la chica mas linda y tierna que he conocido en mi vida, tu forma de ser tan linda llama mucho la atencion de cualquiera, cuéntame, has tenido novios?- pregunté mirándola, quería saber mas de ella, quería empaparme de información sobre ella para no dejar de pensarla ni un segundo, quería que este momento jamás terminara y estar con ella siempre, si estaba loco, una humana con un vampiro, quien se imaginaria esto, pero estaba pasando era algo fuerte entre los dos.

Cada vez que oía hablar a Edward más me gustaba... era como si siempre tuviese una frase exacta para dar, no era de esos que hablaban sin pensarlo, él sabía exactamente que decir en el momento apropiado. Sonreí cuando me decía que aún era pequeña y luego cuando me decía que si existía lo sobrenatural pues el existía. Me hizo tocar su rostro para comprobarlo y reí tras su broma, aunque claramente aproveché de acariciarlo con total gusto.
Sus halagos me cautivaban, era extraño ver como de un momento a otro parecía gustarle a Edward, considerando lo frío que era conmigo en un comienzo, no sabía que había hecho para que las cosas entre nosotros cambiaran a este punto... pero no me importaba, solo sabía que como estábamos resultaba perfecto... como un sueño hecho realidad.
-Novios?... he tenido un par, nada serio en realidad- dije respondiendo a su pregunta. -Mis padres no me dejaban tener novios y bueno los que tuve fueron a escondidas de ellos- añadí sonriendo.

Sonreí y sinceramente me puse feliz al saber que había tenido un par de novios y nada serio, me acerqué a ella y la rodeé con mis brazos en un acto de intentar abrazarla, mis brazos frios hicieron que tiritara pero se acostumbro a la frialdad y susurré –Estas segura que te acostumbraras a lo frio?- dije mientras jugaba con mi nariz en su oreja quitándole el cabello que caía en esta y jugando asi una y otravez mientras por ratos sentía sus estremecimientos en mi estomago puesto que estaba casi ensima de mi.

Besé su oreja lentamente y la mordí lentamente mientras seguía abrazandola –Ahora ya no están tus padres para que te digan que no tengas novio- dije refiriéndome a que asi no tendríamos problemas si fueramos novios, sonreí al pensar eso y besé su mejilla lentamente mientras me separaba volvia a enrollar su cabello en mi dedo y lo jalaba como al principio una y otra vez.

Sus brazos empezaron a rodearme y di un sobresalto en el primer momento en que su piel tuvo directamente contacto con la mía, luego de eso me acostumbré un poco y solo temblaba a ratos, aunque claramente Edward notó los movimientos involuntarios de mi cuerpo tras el frío contacto con su piel.
- Me acostumbraré como sea- dije dándole a entender que me forzaría a ello si era necesario, pero yo no quería alejarme de él.
-Cierto, mis padres están muy lejos asi que bueno, supongo que no les debo dar explicaciones- dije encogiendome de hombros, aunque no entendí bien por qué Edward sacó el comentario de aquello.
Me preguntaba mientras tanto... que pensaría el resto de la familia al saber que su hijo se estaba besando con la humana huesped?

Sonreí cuando dijo que se acostumbraría y pensó que ser forzaría si fuere necesario, mis labios buscaron sus mejillas y comencé a besarlas mientras me dijo que sus padres estaban lejos y que no les debía de dar explicaciones, sonreí y al verla pensando lo que pensaría el resto de la familia al saber que yo me estaba besando con la “humana” huésped, sonreí y la tomé del rostro, -Eres mas que bonita- susurré mientras besé sus mejillas.

Despues besé las comisuras de sus labios y luego besé lentamente sus labios sintiendo lo calido en contraste con lo frio de los mios, abri su boca con mi lengua mientras acariciaba su paladar con la punta de mi lengua y mis manos bajaron a su cadera mientras la acariciaba bajaba un poco mas hasta topar con el inicio de su trasero, sonreí de lado cuando ella tuvo un ligero estremecimiento y susurré en sus labios –Todo bien?-

Partió besando mis mejillas y sin que me diera cuenta ya estaba besando mis labios otra vez. En esta oportunidad el beso era diferente al anterior que nos habíamos dado allí dentro en la cocina ayer, ese beso era más pasional y seguramente porque fue el primero que nos habíamos dado, sin embargo este estaba más cargado de ternura, su lengua se movia con total suavidad dentro de mi boca, era como si estuviese disfrutando cada rincón de ella, degustando su sabor.
De pronto empezó a acariciar mi espalda hasta el punto de llegar justo al final de ella, en donde empezaba mi trasero. Me estremecí sin razón aparente, yo seguía culpando al frió pero quizas en esta oportunidad habrían sido los nervios los responsables... la verdad no lo sabía, eran solo suposiciones mías. -Si, todo está perfecto- le respondí mirándolo a los ojos, unos preciosos ojos que se tornaban dorados y brillantes. No recordaba haberle visto este color antes, pero seguramente se debía a su condición de vampiro... habían muchas cosas que no sabía de ellos aún, pero me acostumbraría, sabía que así sería.
Volví a acercarme a sus labios y lo besé durante unos segundos, pero luego Edward se apartó y acarició mi rostro como disculpándose por alejarse de mi en ese momento. No tenía nada de que disculparse, la verdad debía ser dificil estar en su lugar, no sabía cuanto le atraía mi sangre, pero había un notable sacrificio en el y eso me enamoraba aún más.

Suspiré al sentir sus labios sus dulces labios contra los mios, me dejo acariciar su trasero lentamente y un vino a mi mente algo que me desconcertó.

*Flashback* ella estaba tirada en el suelo con moretones en su cuerpo y con su labio roto por culpa de mis dientes que se enterraron en sus labios, no podía levantarla ya que el olor de su sangre inundaba mis sentidos *Fin del Flashback*

Negué con la cabeza y bufé mientras dejaba de besar sus labios y pegué mi frente con la suya –Es que no podemos hacer esto, no quiero lastimarte porfavor entiéndeme- susurré mientras volvia a besar sus labios y me levantaba del lugar en donde estábamos parándome frente a ella –Te juro que si fueran otras nuestras condiciones todo seria mucho mas fácil, simplemente me da miedo lastimarte- susurré mientras pasaba mi mano izquierda por mi cabello, estaba desesperado por todo lo que estaba pasando no podía creer que la primera vez que me enamoraba me pasara esta cantidad de cosas que me daban mucho que pensar.

De un momento a otro Edward se puso muy extraño, como si algo habría pasado por su cabeza y lo obligaba a separarse de mi. Se levantó rápidamente, en una velocidad que lo delataba como vampiro... un acto que un humano común como yo, no podría llegar a hacer. Lo miré perpleja ante lo sorprendente del asunto y fué allí cuando empezó a justificarse otra vez, diciendo que temía el lastimarme y una serie de cosas que lo hacían lucir muy triste.
- Tranquilizate, yo lo entiendo perfectamente... no tienes que seguir dándome explicaciones - dije mostrándole una sonrisa, aunque algo débil, no queria que Edward se sintera incómodo conmigo, sinó todo lo contrario.
Esperaba que poco a poco él se fuese acostumbrando a mi y al aroma de mi cuerpo, que al parecer era una de las cosas que lo alteraba un poco. No sabía por qué confiaba tanto en él cuando realmente debería estar aterrada, siendo esa una reacción normal para cualquiera... yo sin embargo buscaba todo lo contrario, no quería separarme de su lado.
-Esperaré a que te acostumbres a mi... - dije ingenua pensando que esa podía ser una solución.