Regañada [Edward]+18

Estaba temblando de miedo cuando de pronto sentí un beso en mi cabello... era un gesto que claramente Feliz no haría conmigo. Levanté la mirada quitando el rostro de mis rodillas cuando de pronto veo el rostro de la unica persona a quien deseaba ver con toda mi alma... Edward. Me preguntó como estaba y yo solo reaccioné abrazándole con mucha fuerza, haciendo que el correspondiera el abrazo sin pensarlo siquiera. Seguí con los sollozos y él al rato me cogió de la mano y me llevó hasta la casa sin decir una sola palabra, la verdad parecía muy molesto. Casi me estaba arrastrando y a ratos me apretaba la mano con algo de fuerza... fué así como me guió en el camino hasta que luego de un largo rato llegamos a la casa.
Fué así como llegué hasta su habitación, me sentó en la cama y cerró la puerta dispuesto a regañarme según veía en su rostro. No me equivocaba, pues al instante de regresar conmigo empezó a decirme en pocas palabras que había sido muy irresponsable al romper las reglas y salir de casa. No tenía el valor de decirle nada, seguía asustada incluso un poco traumada por la situación con el vampiro ese... asi que solo me limité a oír cada uno de sus regaños que por cierto me dolían bastante viniendo de él. -Solo perdoname, no he querido preocuparte ... sali tan solo un momento a tomar un poco de aire y me dejé llevar adentrandome en el bosque... no me di cuenta cuando ya estaba perdida lo lamento- dije con la cabeza agachada en tanto Edward seguía hincado frente a mi.

La miré y suspiré parecía bastante asustada aun comencé a acariciar su rostro y me acerqué a sus labios -¿Qué haría yo si te llevaran los vulturis?- comencé a besar sus labios y me separé –No me hagas esto otravez porfavor- dije mientras acariciaba su rostro –Se que estuviste con Felix- dije en tono sombrio -Pude observar como huias de el- mi mirada cambio a una de total odio y apreté mis manos contra ellas mismas –Jamas vuelvas a salir sin mi de aquí porfavor- dije viéndola, me levante y comencé a caminar por mi habitación con la mano en la frente por lo que veía Emma seguía con los moretones en el cuerpo que iba a hacer si mi familia se enteraba que Emma y yo teníamos una relación secreta, bueno ya eramos básicamente novios asi que no podían hacer nada, suspiré y mordí mi labio viéndola, se veía tan indefensa ahí, me acerqué a ella y me sente a su lado –Porfavor te lo pido no vuelvas a hacerlo- dije mientras acariciaba su mano la cual había apretado todo el camino hacia mi casa y tenia mis dedos marcados me acerqué a su mejilla y comencé a besarla lentamente como si de sus labios se tratara, ella llevo su diestra a mi cabello mientras lo acariciaba y parecía gustarle mi beso ya que cerró los ojos, yo estaba aun exaltado por lo que había pasado pero ya no la iba a lastimar mas le dolia que yo la regañara y eso era un gran escarmiento solo esperaba que no lo volviera a hacer, porque no sabia si llegaría a tiempo.

Edward aparentemente comprendía toda la situación, pues había visto a Felix en el bosque cuando yo ya había huído de él. Sabía que me merecía completamente todos los regaños, pero es que de todos modos me dolía mucho haber sido tan irresponsable pese a que no lo había echo a consciencia realmente. El acariciaba mi rostro y yo por mi parte hacía todo lo posible por conseguir que el miedo se fuese ya de mi, debía entender que ya estaba a salvo pues estaba con Edward dentro de la casa. En eso vi como se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro sujetándose la frente, parecía muy agobiado por la situación, incluso todo indicaba que seguía molesto. Me examinó con la mirada, pude darme cuenta que veía mis moretones que ahora tambien estaban adornados con rasguños que me había hecho al intentar escapar del Vulturi.
Su mirada se relajó un poco y se sentó junto a mi, fué ahí donde comencé a sentir sus labios en mi mejilla la cual besaba con dulzura , cerré los ojos tras la deliciosa sensación que me provocaba y llevé mi diestra a su pelo para acariciarlo un poco y así ambos conseguir calmarnos un poco. -No volveré a salir sin supervición te lo prometo- dije suavemente , a penas separando mis labios.

Mis labios acariciaban su mejilla como si un pétalo de rosa fuere, comencé a lamerla y besarla lentamente sintiendo como ella se iba relajando y sintiéndose un poco mas tranquila, comenzó a acariciar mi cabello y yo me giré para besarla en los labios mientras ella respondía mi beso acariciando mi cabello mientras mi mano bajaba a su cintura y seguía besando sus labios me separé de ella y sonreí mientras la miraba –Me gustan mucho tus labios- dije mientras me acercaba otravez a ella y ella sonreía mientras la besaba lentamente en los labios introduciendo mi lengua en su boca para que ella se dedicara a chuparla, sus labios eran carnosos, deliciosos, me transportaban a otro mundo mientras su mano iba a mi cabello y la mia seguía en su cintura la apreté mas a mi cuerpo y sentí como ella gemía un poco me separe –Estas bien?- dije mientras me separaba pues no queria lastimarla.

De un momento a otro Edward giró su rostro y me besó en los labios haciendo que me estremeciera levemente. Mi mano continuó acariciando su cabello en tanto la suya por su parte se posó en mi cintura. Se separó un momento y dijo que mis labios le gustaban mucho, sonreí contra su boca y volví a besarlo haciendo que mi lengua entrase lentamente dentro de su boca. Estaba en pleno beso cuando de pronto me apretó más a su cuerpo, no lo había hecho con tanta fuerza pero como estaba toda adolorida aún solté un gemido el cuál hizo que se preocupara pues me preguntó si estaba bien. –Lo estoy, no pasa nada- le dije mientras se separaba de mi cuerpo, llevé mi mano hacia su rostro y lo acaricié mientras sentía como mi mano perdía su temperatura rápidamente.
–El Vulturi me dijo que otros tipos iban a transformarme en vampiro… - dije irrumpiendo el silencio mientras seguía con las caricias a su rostro – no pueden dejarme en paz y ya? no tengo la culpa de tener un don, además prometí no decirle a nadie su secreto de ser vampiros-

Seguiamos besándonos cuando me dijo que no pasaba nada, pude ver como hacia su cara de dolor luego llevo su mano a mi cabello y comenzó a acariciarlo igual que mi rostro, sonreí mientras me sentía tan bien junto a ella, comencé a sentir como sus manos me acariciaban y me acerqué a su oído y lo besé mientras me decía que la iban a transformar en vampiro que si no podían dejarla en paz, que no tenia la culpa de tener un don sonreí y pase mi mano por su rostro –Yo se que es algo raro y difícil de comprender pero yo estare contigo solo que no vuelvas a salir sola- dije mientras me acercaba a ella y besaba lentamente su frente.

Tome su mano y la puse en mi cabello mientras la veía a los ojos, eran unos ojos hermosos, su rostro era precioso, la verdad me gustaba demasiado me acerqué a ella y susurré en su oído –Me gustas muchísimo, te quiero- dije mientras me separaba de ella y sonreía viendo su rostro y la sonrisa que se dibujo en sus labios.

Sentir las caricias de Edward sin duda me relajaban muchísimo, ya estaba mucho más tranquila y estaba intentando olvidar el episodio traumático del bosque.
Se suponía que ahora no comprendería nada y que solo debía confiar en que Edward estaría conmigo para protegerme… pero aún así yo tenía ansias por entender mejor las cosas. Obviamente confiaba en él y en el resto de los Cullen, pero tenía mucho interés en saber un poco más de los otros vampiros que querían llevarme con ellos.

Edward tomó mi mano y la puso en su cabello, me miró a los ojos sin decir una sola palabra hasta que se acercó a mi oído y susurró que le gustaba mucho y que me quería. Una sonrisa se dibujó en mi rostro, era esplendido saber que mis sentimientos eran correspondidos por él, pues también me gustaba y lo quería… incluso mucho más que eso.
–Lo de la otra noche ….- susurré haciendo alusión a aquella vez en que lo hicimos –fue maravilloso, quiero que te quites de la mente toda esa culpa que sientes cada vez que vez mi cuerpo lastimado- le pedí dejando caer mi cabeza en su hombro, quería que se sintiese tan bien como yo luego de ese momento.

Estabamos sentados juntos, mis manos acariciaban su cintura y su rostro lo acariciaban mis labios suspiré y me acerqué a su mejilla y la besé –Lo de la otra noche fue espectacular- susurré mientras ella decía que había sido maravilloso sonreí cuando me dijo que me quitara esa culpa y me acerqué a su cuello –Es que no puedo verte asi lastimada y sentirme orgulloso de lo que hice- susurré mientras me acostaba en mi cama, realmente me sentía mal cuando la veía asi pero cuando recordaba lo que habíamos hecho todo cambiaba, era delicioso pensar su cuerpo desnudo bajo el mio, Emma Hennigan era como el amor de mi vida, nunca me había enamorado, nunca nadie me había gustado de esta manera y llegó ella y cambio todas mis expectativas de estar solo para siempre.

Suspiré mientras acariciaba su espalda ya que ella se encontraba sentada, me incorporé un poco y comencé a besar lentamente su espalda y su cuello quedando atrás de ella y susurré en su oído –No te ha dicho nada nadie? No creo que se hayan dado cuenta- dije con un poco de temor pues no quería que nadie se enterara de lo que había pasado entre nosotros era un peligro.

Tal como lo había previsto, Edward seguía sintiendose culpable al ver mi cuerpo lastimado. Se acostó en la cama y resopló un rato, luego senti caricias sorpresivas en mi espalda acompañadas de dulces besos, después sus labios se dirigieron a mi cuello y sentí un fuerte escalofrío recorrer mi espina dorsal. No era una sensación que me desagradara, todo lo contrario, me hacía sentir viva y por otra parte ... muy enamorada, pues nadie jamás me había echo sentir tan estremecida.

De pronto noté que sus labios llegaron hasta mi oído pues soltó un leve susurro, uno cargado de una pisca de verguenza. Que si me había dicho alguien algo? ... ¿a que se refería?... cierto! a lo nuestro.
-La verdad es que no he visto a nadie después de esa noche... asi que pues no me han dicho nada - no estaba mintiendo desde aquel momento no me había topado con nadie aunque ... los ruidos de esa noche eran posible que pasaran desapercibidos para los oídos de un grupo de vampiros? ciertamente yo ya me daba por pillada y ahora que lo pensaba, empezaba a darme muchísima verguenza. -Tranquilo, te prometo no hacer ninguna muestra de afecto frente al resto-

Seguia dando besitos en su cuello y acariciando su espalda bajando con mi mano hasta su cintura y subiéndola escuche sus palabras que no había visto a nadie y comenzó a pensar en que no estaba mintiendo que nuestros gemidos habían sido muy altos que era muy probable que no pasaramos desapercibidos sonreí y besé su cuello lentamente y me dijo que prometia no hacer ninguna muestra de afecto frente al resto, me acerqué a sus labios y comencé a besarla –Mmmm pero aquí no tenemos porque no darnos muestras de afecto- dije mientras lamia sus labios y nos besábamos lentamente mi mano subió lentamente al broche de su sostén y comencé a intentarlo desabrochar.

Emma me intentaba quitar la mano y se reía mientras yo buscaba besar sus labios y que se callara mientras quería desabrochar su sosten y ella solo se reía me daba mucha ternura lo que hacia ella, suspiré mientras baje a su cuello lentamente y tomaba su mano y la quitaba de su sostén para poder desabrocharlo.

Cuando oí : "Mmmm pero aquí no tenemos porque no darnos muestras de afecto", entendí que algo se tramaba entre manos.
Respondí sus deliciosos besos cuando de pronto sentí su mano recorrer mi espalda y detenerse justo en el broche de mi sostén. Con su juguetona mano intentaba quitarme el broche y yo por mi parte trataba de robarme su mano de allí entre risas.
-Que estás tramando vampiro? no te han dicho que debes cuidar de la presa y no comertela?- dije risueña mientras lo miraba a los ojos y el me moestraba una perfecta sonrisa. Vamos... en serio quería hacerlo ahora? Edward sin duda me sorprendía demasiado, cada día que pasaba creía entender que lo conocía menos y que mis persepciones y prejuicios respecto a él estaban algo equivocados. Me dejé caer de espaldas a la cama, con ello aplastándole la mano a Edward donde claramente no le había echo daño alguno. -Estás loco si crees que te resultará tan fácil, soy una chica difícil aunque no lo paresca- susurré mordiendome el labio inferior, me gustaba jugar con él.

Estaba jugando con su broche, lo jalaba y lo volvia a poner en su lugar cuando me dijo “Que estás tramando vampiro? no te han dicho que debes cuidar de la presa y no comertela?” me reí un poco y me acerqué a su cuello como si me la fuera a comer y susurré –Y si quiero comérmela?- dije mientras hacia como que mordisqueaba su cuello y me separaba, me limpie los labios como si saliera sangre y le sonreí –Simplemente deliciosa- se empezó a reír mientras volvia con mi mano hacia el broche de su sostén y ella jugaba con mi mano mientras se reía su pensamiento me decía que si enserio quería hacerlo ahora, me hacia gracia lo que pensaba asi que cuando se hecho hacia atrás aplasto mi mano y yo me reí puesto que pensó que obviamente no me había hecho daño, me reí un poco y me dijo “Estás loco si crees que te resultará tan fácil, soy una chica difícil aunque no lo parezca” me acerqué a ella y susurré –Segura que no eres fácil?- dije mientras comenzaba a juguetear con mi nariz por su cuello asi subiendo hacia su oído haciendo que se estremeciera ambos estábamos jugando el uno con el otro nos poníamos nerviosos y nos decíamos cosas que jamás imagine que nos diríamos.

La nariz de Edward recorrer mi cuerpo me producía algo más que escalofríos, una sensación de cosquilleo nunca antes experimentada con ninguna otra persona, no había duda, Edward era mi persona especial, esa que creí que no existiría para mi.
-Por supuesto que no soy fácil ! - le afirmé riendome mientras intentaba quitarle el cuello de su nariz hasta lograrlo finalmente. Lo miré a los ojos aún estando bajo su cuerpo y llevé ambas manos a su espalda la cuál acaricié de arriba a abajo en reiteradas ocasiones.

-Qué pasaría si me convirtiese en vampiro? tal vez no sea tan malo después de todo- dije susurrando muy cerca de los labios de Edward por lo que no pude ver completa su expresión -digo... seria mucho más fuerte, ágil, rápida, más guapa , además ya no te darían ganas de comerme ni sentirías culpas luego de demostrarnos afecto... y por si fuera poco los Vulturis no me buscarían para transformarme- añadí con una sonrisa, aparentemente transformarme en uno de ellos era la solución a todos mis problemas, no se como no había pensado en eso, o más bien porqué Edward que conoce más el tema no me lo sugirió antes. Me quedé pensando un momento, tal vez... es posible que el que no quiera que sea uno de ellos y es por eso que no me lo había propuesto... Edward era tan extraño que me costaba mucho intuir lo que en su cabeza pasaba realmente, quizás por eso me gustaba tanto.

Estaba arriba de ella jugando con mi nariz en su cuello y me quito su cuello ya que le daba escalofríos, sonreí y me dijo que no era fácil, me miro a los ojos y acaricio mi espalda mientras yo besaba su frente lentamente, me dijo un momento “Que pasaría si me convirtiese en vampiro? Tal vez no sea tan malo después de todo” suspiré y negué con la cabeza, empezó a decirme “cualidades” que tendría por ser vampiro, suspiré cuando dijo que no sentiría ganas de comérmela ni tendría culpas después de que nos demostraramos afecto, bueno en cierta parte tenia razón.

Me quite de arriba de ella y me acosté a su lado comencé a acariciar su mano la cual entrelacé con mis dedos mientras me acariciaba ella la mano también susurré –Si, talvez si, pero perderías esa hermosura que me encanta de ti, cuando te sonrojas cuando te digo cosas, cuando te digo que te quiero- sonreí y besé su mejilla –Te quiero no te voy a perder tan pronto- susurré mientras acariciaba su cabello.

Luego de oirme Edward se quitó de encima mío y se situó justo a mi lado donde comenzó a buscar mi mano y tras dar con ella la acarició y entrelazó con cariño y dulzura.
No sabía porqué le gustaba tanto que fuese humana, cuando realmente a mi parecer ser vampira sería mucho mejor en todos los sentidos, excepto que debería cuidar mi alimentación y yo no era de las que tuviesen mucha fuerza de voluntad a la hora de comer, es más ... jamás me había resultado alguna dieta pues no era buena en privarme de la comida... sería igual con la sangre humana? sería capaz de dejarla de lado y cambiarla por la de animales tal como hace Edward y su familia? la verdad es que no sabía que tan difícil me resultaría, supongo que una vez transformada recién podría tener una idea de lo que eso significase.
Sacudí mi cabeza pues solo estaba pensando bobadas, me había ido en mis pensamientos como siempre lo hacía, era una soñadora innata a la cual no le costaba nada distraerse.
Todo ese tiempo en el que me la pase pensando acaricié la mano de Edward, esa fría mano que me encantaba aunque no podía negar que a ratos se me adormecían los dedos debido a la baja temperatura de su piel.
-Por que no me cuentas algo de ti? ... no se quizás algo de tu vida de humano no se, lo que quieras ... la verdad es que no se tanto sobre ti- dije sin dejar de acariciar su mano, viendolo a los ojos, sabía muy poco sobre mi vampiro y consideraba este momento como uno muy optimo para conversar y conocernos un poquito mejor, la tranquilidad reinaba y ambos encerrados en el cuarto teníamos una atmosfera especial, con bastante más confianza que los primeros días de interactuar en donde todo se reducía a un "hola" y "adios".

Estabamos platicando mientras me acariciaba la mano se quedó callada y yo comencé a besar su frente mientras me acariciaba la mano por ratos se quedaba callada luego comenzaba a abrazarme y besaba mi mejilla o cosas asi, era muy agradable pasar tiempo con ella, sonreí cuando me dijo que le contara algo de mi y la miré –Que podría contarte?- acaricié lentamente su mano y me recargué en la cama sobre mi codo –Cuando era niño vivía con mi mamá- dije intentando contarle algo de mi vida humana, -Y recuerdo que cuando tenia 3 años fuimos a un parque- dije mientras recordaba que bonito era aquel parque –Yo quería mucho a mi madre, ella le pidió al Dr Cullen que me ayudara a salir de la enfermedad que me acechaba- dije con un poco de resignación –Si no, ahorita estaría talvez con ella- dije sonriéndole.

-Tu estabas con tu familia antes de venirte para aca?- pregunté interesado en su vida anterior a llegar a mi casa, a llegar a mi vida, a mi familia, su simple presencia me producía una tranquilidad hermosa parecía que había estado feliz en su anterior vida o eso era lo que aparentaba –Tenias hermanos?- pregunté –Yo era hijo único hasta que encontré aquí con los Cullen una familia con hermanos y todo- dije sonriéndole mientras acariciaba su rostro.

No pude evitar mostrarle una sonrisa durante todo el relato, estaba feliz de poder tener la oportunidad de conocer parte de la vida pasada de Edward, de esa vida en la que era un humano común y corriente como lo era yo actualmente. Me dió mucha ternura oírlo referirse de ese modo a su madre, me daba a entender que ambos tenían una muy bonita relación, y como no? si ella misma había sido quien le había pedido la eternidad para su hijo al doctor Cullen, o al menos eso había entendido según el relato de Edward. Gracias a esa desición era que Edward estaba hoy por hoy conmigo, de lo contrario habría muerto muchos años antes de que yo naciera. Hice una pequeña mueca al entender eso, era extaño pensar en la diferencia de edad que teníamos pese que aparentaba ser un joven de mi edad.

Luego empezó con las preguntas hacia mi y me mordí el labio al entender que ya no hablaría más de él para empezar a saber un poco más de mi, bueno... parecía justo.
Negué con la cabeza - antes de llegar a esta casa yo vivía sola en una pequeña cabaña aquí en Forks, vine a estudiar mientras mis padres viven en Chicago y bueno tengo una hermana mayor que vive allá con mis padres- dije resumiendo lo mayor posible pues no quería aburrirle con tontos detalles. -Ahora dime ... como fué cuando te transformaron? que sentiste?- le pregunté curiosa, sin duda era un tema que no dejaba de llamarme la atención.

Ella me sonreía mientras yo hablaba con ella y le contaba todo, suspiré cuando no ahondo en su historia parecía no querer hablar de eso, sonreí cuando me dijo como fue cuando me transformaron y comencé a contarle –Bueno como te dije mi mamá le pidió a Carlisle que me salvara de aquella gripe que había matado a mi padre y que estaba acabando con mi madre y conmigo- suspiré y baje la mirada; continue –Bueno entonces Carlisle mi ahora padre me transformo en vampiro, comencé a sentir como mi sangre se envenenaba, al principio creí que me iba a morir pero al ver como adquiria fuerzas la idea se fue en totalidad de mi mente- le sonreí y la miré a los ojos –Estuve bastante tiempo en agonia puesto que duele por dentro, no entenderías yo tampoco hubiera entendido si me lo hubieran explicado- sonreí y continue con mi historia –Mis sentidos comenzaron a hacerse mas sensibles y comencé a desarrollar la facultad de leer la mente de las personas, era un don extraño para todos puesto que casi ningún vampiro lo ha tenido- le sonreí –Primero me fui de la casa de los Cullen, no soportaba la dieta de mi actual familia, emprendí una vida de nomada, Carlisle nunca intento reneterme en mis desiciones es mas me apoyo y me dijo que si algún dia quería volver me recibiría con los brazos abiertos- sonreí al recordar todo aquello como si fuera ayer.
Continué –Me fui de su lado probé la sangre humana intentaba solo beberme la de la gente que hacia daño a otras personas- suspiré –Despues de un tiempo volví con mi familia jamás debí haberme ido pero ahora estoy mejor que nunca, soy un vampiro vegetariano y estoy totalmente adaptado como vez- dije acariciando la mano de Emma.

Giré el rostro para acomodarme a escuchar su relato, pues mi instinto me decía que se venía para largo. Le mostré una dulce sonrisa dándole pie para que empezara y el sin pensarlo dos veces decidió proceder a contarme su experiencia de la transformación a vampiro.

La historia dejaba perplejo a cualquiera, incluso a mi que ya más o menos me empezaba a familiarizar con el tema de lo sobrenatural. A ratos me quedaba con la boca abierta oyéndolo pero a penas me daba cuenta de lo atónita que estaba volví a cerrarla para no verme tan rídicula. Sin lugar a dudas era una historia fascinante, no solo porque habían cosas que jamás me habría imaginado, sino también porque Edward me relató detalles que me permitieron adentrarme más en ella y casi comprender por el proceso en que había tenido que pasar. En ningún momento dejó de acariciar mi mano y ese gesto sin duda me encantaba, no solo porque me relajaba de sobremanera sino también porque me mostraba confianza y reforzaba un vinculo especial entre nosotros.

Aún no podía creer que Edward hubiese probado la sangre humana después de todo, creí que desde siempre había sido vegetariano como el le llamaba… con que había sido un nómade rebelde durante un tiempo, eso también era otra sorpresa, pues no sabía que había dejado a los Cullen un tiempo.
-Estoy… sorprendida, por decir lo menos … - susurré zafándome de su mano y llevándola hacia su pecho el cuál comencé a acariciar con mis dedos.
Ahora que Edward me había confesado cuan dolorosa había sido su transformación… empezaba a darme miedo ser uno de ellos, pues no quería pasar por ese proceso tan tortuoso, odiaba el dolor.

Estaba escuchando mi relato como si de alguna clase interesante se tratase me ponía toda la atención por ratos se quedaba con la boca entreabierta no podía creer bastantes cosas que le contaba, sonaba talvez demasiado fantasioso algunas cosas que decía eran paranormales pero eso era lo que eramos seres paranormales viviendo en un mundo lleno de normalidad para los supuestos humanos, sonreí mientras estaba contándole nunca deje de acariciar su mano, y mientras estaba contando mi relato de cómo fue mi vida desde que fui convertido me metí a su mente y al parecer ella no podía creer que hubiera probado la sangre humana, sonreí mientras seguía adentrándome en sus pensamientos y cuando irrumpió mis oídos diciendo “Estoy… sorprendida por no decir lo menos” sonreí mientras comenzaba a acariciar mi pecho con sus dedos, realmente le había confesado algo que nadie jamás se hubiera imaginado pero realmente creo que estaba enamorado de ella, me acerqué a su rostro y susurré –Y ahora estas segura que al ser vampiro nos seria mas fácil? Claro que seria mas fácil pero un poco mas doloroso- dije mientras besaba sus labios y me separaba acariciando su rostro mientras ella en ningún momento me dejaba de acariciar el pecho, sonreí ante como me acariciaba y sususrré en sus labios –Te quiero pero no quiero ningún tipo de dolor ni rencor en tu vida entiendes?-

No me aparté de su pecho ni tampoco detuve mis caricias en el con mis dedos, estaba muy agusta con Edward en estos momentos, me sentía tranquila y segura, nada podría apartarme de él.
-Es cierto... ni siquiera soporto las inyecciones, odio las agujas y todo lo que tenga que ver con dolor... pero si es el unico modo de ser feliz contigo, estoy dispuesta a considerarlo de todos modos- dije sin mirarlo, pues estaba media escondida en su pecho. ¿Que otra solución había? ser transformada en vampiro era la unica forma de que Edward no sufriera por las ganas de beber mi sangre, ni tampoco se culparía por lastimarme cada vez que estuviesemos juntos, además prefería que me transformara mi vampiro antes de que lo hicieran los Vulturis esos de todos modos, pues sabía que la persecución no acabaría hoy nada más por haber dormido a Felix en el bosque.

Levanté un poco la cabeza, viendolo a los ojos, él me acarició el rostro y besó mi frente con mucha ternura - a diferencia de ti, no puedo leer tu mente... por qué no me dices en qué estás pensando? ... sigue sin agradarte la idea de que me transforme en uno de ustedes?- le pregunté serena, con un tono de voz suave y tranquilo, solo quería más explicaciones.

Estaba acariciándome mientras escondia su rostro en mi cuello suspiré cuando hablo y dijo que le daban miedo las inyecciones pero que si era feliz conmigo estaba dispuesta a considerarlo, estaba acariciándome y en mi pensamiento solo había una cosa que no quería que se volviera como nosotros aunque como ella dijera era la única forma en que estuviéramos felices que no me molestara la cabeza cada segundo con que yo era el culpable de sus moretones, de verla lastimada, era verdad lo que pensaba ella, pues al fin y al cabo los Vulturis iban a convertirla si no lo hacíamos nosotros, la familia confiaba en que yo fuera quien le convirtiera pero es que el simple hecho de verla sufrir me dolia desde el simple hecho de imaginarlo.
Estabamos acostados y ella giro su cabeza hacia arriba para verme a los ojos le sonreí y bese su frente mientras acariciaba su rostro ya me veía venir la pregunta cuando soltó “a diferencia de ti, no puedo leer tu mente... por qué no me dices en qué estás pensando? ... sigue sin agradarte la idea de que me transforme en uno de ustedes?” sonreí mientras seguía acariciando su rostro –Bien, creo que estas aprendiendo si no a leer la mente a ver los gestos de mi rostro y adivinar lo que estoy pensando- sonreí mientras besaba otravez su frente y la miré –No es que no me agrade, tu sabes que seria lo mas indicado para que estuviéramos juntos, pero el simple hecho de pensarte en un estado como el que yo estuve, el simple hecho de saber que te va a doler, me aterra- susurré mientras la miraba.

Sonreí ante las dulces palabras de Edward, el no siempre era de muchas palabras de hecho era mas bien callado, pero cuando hablaba finalmente no había duda de que era con mucha rigurosidad y sensatez, era muchísimo más maduro que yo... yo la verdad muchas veces actuaba como una niñita que se dejaba llevar por las situaciones sin medir las futuras consecuencias.
Sentí como volvió a besar mi frente despacio y volvió a llevar su vista a encontrarse con la mía - Siempre he confiado en ti y en tus desiciones, por lo mismo prefiero que seas tu quien finalmente tomé la resolución final a esto, se que se trata de mi vida, pero no hay nadie mejor que tu para decidir el futuro de ella- dije también susurrando, pues hace un rato atrás había oído que el resto había llegado a la casa y andaban por allí afuera y claramente no quería que oyesen lo que nos decíamos pues nuestras palabras nos delataban de que entre ambos había algo más que simple amistad, como con el resto de sus hermanos. Este sería nuestro secreto, no arruinaría la oportunidad de ser feliz con él y si debía callar nuestro amor por un tiempo hasta ver como avanzaban las cosas, pues no tenía problema alguno en hacerlo, pues por él estaba dispuesta a mucho más que eso.

Cuando estaba acariciándola me dijo que confiaba en mi, en mis decisiones y que prefería que fuera yo quien decidiera sobre el futuro de su vida, la miré a los ojos y comencé a acariciar su rostro lentamente pasando mis dedos por su cuello y besé su mejilla –Sabes? Esto deberíamos pensarlo bien, con mas calma…- susurre mientras la acariciaba tomé su mano y la entrelacé con la mia, la besé una y otra vez, me separé de ella y me senté en la cama, -Ya están todos afuera cierto?- dije mientras acariciaba su pierna con las yemas de mis dedos, sonreí al ver como cerraba los ojos y me mordí el labio –Eres la chica que siempre soñé y me encantaría estar contigo para toda la vida- dije mientras me acostaba a su lado abrazandola, recargué mi barbilla en su cuello y sonreí viéndola –Asi que me gustaría saber que piensas tu sobre vivir una eternidad conmigo?- dije mientras la miraba y observaba sus expresiones, realmente me llamaba mucho la atención Emma y me gustaba estar con ella y sabia que a ella le gustaba estar conmigo sin pensarlo me acerqué a su oído y susurré –Creo que te amo Emma Hennigan- me separé y una mueca de sorpresa y shock estaban invadiendo su rostro.

Asentí con la cabeza obedientemente cuando sugirió que lo tomaramos con calma, aún teníamos tiempo para pensar mejor las cosas, asi que no teníamos porqué apurar la situación. Se separó de mi y se acomodó mejor preguntandome si el resto ya había llegado y andaban alla afuera, lo cuál solo volví a asentir con la cabeza, ya que más que una preguntar era una afirmación que quería que le reforzara.
Se acostó a mi lado, volviendo a acariciarme con esas manos frías tan únicas que me hacían transportarme a otro sitio sin importarme que a ratos me hiciera temblar debido a su baja temperatura de vampiro.
-Estoy dispuesta, digo ... me encantaría pasar la eternidad contigo por lo mismo propuse transformarme en el unico ser que me permitiría llegar a conseguir esa eternidad- dije con suavidad, abrí la boca para continuar hablando cuando de pronto oí : Creo que te amo Emma Hennigan. Mi boca siguió entreabierta sin saber que decir ni como reaccionar, no había duda de que Edward me había petrificado con sus palabras. Me amaba?... realmente me amaba... me costaba asimilar lo que estaba sucediendo, porque yo también lo amaba y me sentía demasiado afortunada de que fuese recíproco. Me demoré en soltar alguna palabra -te amo también Edward Cullen- logré decir al cabo de un rato y me acerqué más a su cuerpo para acariciar su cuello con mis manos sin ganas de que nadie me moviera jamás de su lado.