Pequeñas vacaciones[Edward]

Me reí cuando me dijo “Me haces sentir vieja cuando me llamas asi” suspiré mientras me acercaba a sus labios y los besaba dulcemente, después de un rato me separe susurrando en sus labios –Pero vas a ser mi Señora Cullen- dije mientras mordía su labio inferior y ella se reía, me abrazo por el cuello y comenzamos a besarnos nuevamente, me encantaba sentir su sabor, sus labios, su cuerpo pegado al mio, sonreí mientras mi mano acariciaba desde su cuello hasta su espalda baja. Me separé de ella y comencé a nadar lejos mientras me paraba nuevamente un poco ya mas lejos de lo que estaba de Emma y le grité –Amor ven aca alcanzame- comencé a nadar nuevamente mientras me reía puesto que según yo no me iba a alcanzar.

De un momento a otro, Emma saco sus cualidades en el agua, me llamaran lo que quieran pero comenzó a nadar extremadamente rápido, podría hacer la comparación con una sirena, me alcanzó y me tomó del cuello dándome un beso en la mejilla me carcajée –Definitivamente eres especial- susurré mientras me giraba y quedaba defrente a su rostro y mordía su pequeña nariz a lo que ella respondió mordiendo la mia, una sonrisa gigante se dibujó en mi rostro mientras susurraba nuevamente –Te amo- no podía dejar de decírselo, la amaba demasiado.

Nos besabamos a ratos y él insistía en que sería la señora Cullen, bueno tal vez si lo "seria" pero no lo era, ademas ni siquiera teníamos planes de matrimonio, al parecer faltaba demasiado para eso o al menos eso pensaba yo. Edward no se cansaba de acariciarme y hacerme mimos, yo por mi parte hacía lo mismo, parecíamos un par de niños jugando en el agua, de verdad nos estabamos divirtiendo muchísimo.
De pronto se sumergió y nadó de una forma impresionarte, habían pasado solo unos segundos y ya se encontraba muy lejos de mi. Me pidió que lo alcanzara, era obvio que no podría pero al menos lo intentaría. Nadé con todas mis fuerzas y sin saber como logré dar hasta él donde lo abracé enrollando mis brazos en su cuello y le di un beso en la mejilla.
-Nada de especial, solo un poquito de suerte - dije risueña y Edward mordió mi nariz, donde obviamente respondí de igual manera y luego lo besé.
- A ver tu alcanzame- dije queriendo seguir con el juego y nadé mas hacia adentro sin saber que allí la corriente estaba más fuerte. Seguí nadando pensando en que Edward no estaba tan lejos, me detuve un momento algo cansada de nadar y fue cuando una ola me cogio hasta hundirme, logrando que la corriente me llevase.
Salí a flote en cuanto pude, pero la corriente no me quería dejar ir, me estaba ahogando por ser una estúpida confiada en que no me pasaría nada pues sabía nadar bien. Cada vez que salía a flote solo alcanzaba a tomar un poco de aire y nuevamente el mar me volvía a tragar.

Comenzó a nadar mas a dentro –No te vayas tan lejos- grité pero no me escuchó, suspiré y comencé a nadar hacia donde estaba notando como la marea se la comenzaba a llevar, me sumergí dentro del agua y la alcancé cuando la marea estaba apunto de arrancarla de mis brazos la tomé mas fuerte entre ellos por la cintura y comencé a nadar contra marea, Emma ya iba medio inconsciente en el transcurso hasta llegar a la orilla, comencé a darle primeros auxilios, le di respiración de boca a boca y solo asi pudo sacar toda el agua que había tragado al intentar respirar, suspiré aliviado mientras le sonreía acariciando su frente –Te encuentras bien?- susurré mientras la peinaba un poco y acariciaba sus mejillas.

Suspiré y le sonreí mientras acariciaba su rostro me acerqué a sus labios y comencé a darle un pequeño besito mientras ella me acariciaba el cabello –Creo que lo mejor será entrar a la casa a descanzar un poco no?- dije mientras le sonreía a mi preciosa novia que en unas horas seria mi prometida, sonreí ante la idea y me acerqué a ella tomandola en mis brazos me adentré hacia la casa ayudándola a quitarse lentamente el traje de baño pude verla desnuda, me quedé un buen rato observándola, recordé que estábamos solos, quería acariciarla y no me limité, solo serian caricias, comencé a acariciar lentamente sus piernas al ponerle su ropa interior mientras ella sonreía viéndome, ella sabia que estaba locamente enamorado de ella.

De pronto me hundi completamente y ya no recordé más hasta estar en los brazos de Edward quien intentaba sacarme de ahí. Al llegar a la orilla de la playa me dió respiración boca a boca y asi fue que empecé a toser botando el agua que había tragado por mi boca. Me dolía un poco la traquea por haberme ahogado, tenía todo el conducto bastante resentido por la asfixia.
Abrí los ojos y Edward me sonrió algo preocupado, me preguntó si me encontraba bien y solo asentí con la cabeza... no se que hubiese pasado si Edward no me saca de allí, a fin de cuentas... siempre se transformaba en mi héroe. Estiré mi mano y acaricié su cabello mientras el me daba un dulce besito, no me gustaba preocuparlo... era una estúpida realmente.
Me tomó en sus fuertes brazos y me llevo hacia la habitación, donde comenzó a quitarme el bikini para ponerme ya ropa seca otra vez.
Acarició mis piernas y sonreí mientras me ponía la ropa interior - se leer tu rostro Edward Cullen, y puedo ver que quieres que te bese con mucha pasión- susurré acercándome a sus labios con solo la ropa interior puesta, comenzando a besarlo despacio en lo que se transformaria un beso apasionado.

Mientras le ponía sus delicadas bragas en un tono rosa me miró a los ojos porque acaricié sus piernas y me sonrío “Se leer tu rostro Edward Cullen, y puedo ver que quieres que te bese con mucha pasión” se acercó lentamente a mis labios y comenzó a besarme lentamente mientras el beso se iba haciendo cada vez mas apasionado, sentí como sus manos se apoderaron de mi cabello mientras las mias bajaron a su cintura y comencé a acariciar su cadera con mis dedos introduciendo mis dedos en los bordes de su ropa interior, comenzamos a gemir en el beso que había iniciado como un beso tierno pero ahora desbordábamos pasión ambos.

Emma se pego mucho a mi cuerpo mientras yo subia mis manos por su cintura llegando a sus pechos los cuales comencé a acariciar como con dos petalos de rosa, mis caricias eran lentas y pausadas a pesar de que el beso me estaba excitando demasiado, mis dedos acariciaban sus senos como si de porcelana fina se tratara y eso era lo que ella era para mis manos, no podía tratarla bruscamente ya que se veria en su cuerpo con marcas que no me gustaba recordar, se separo de mis labios para tomar aire y le sonreí –Sabes bien leer mi rostro- dije mientras mordía su labio inferior.

Respondió a mi beso sin siquiera pensarlo, más bine como un acto reflejo el cuál le exigía besarme de igual manera. En un comenzo fue un tierno beso pero poco a poco fue volviendose apasionado. Me apegué contra su cuerpo, inclinandome sobre él, mientras su espalda casi rozaba la cama y sus manos que en un comienzo estaban en mi cintura fueron deslizandose hacia mis pechos los cuales empezó a acariciar con mucha delicadeza como si de porcelana se tratasen.
Mi respiración obviamente empezó a agitarse, pues yo no podía aguantar mucho en no excitarme cuando de Edward se tratase. Mordí mi labio inferior y me separé de sus labios solo para coger aire pues la respiración realmente la tenía muy acelerada. Sabes bien leer mi rostro dijo a penas me separé de él lo miré intentando calmarme para responderle algo, pero me faltaban las palabras... no sabía que decirle, mi cabeza estaba en otro lado, quizá en otro mundo.
- Es fácil leer el rostro de alguien a quien te esfuerzas día a día por entender a la perfección- logré decir un poco entrecortadamente.

Nos besabamos mientras su respiracion se agitaba, notablemente estaba excitada, sonrei viendola y me mordi el labio cuando se separo y se acomodo el cabello "Es fácil leer el rostro de alguien a quien te esfuerzas día a día por entender a la perfección" me dijo mientras la miraba a los ojos, se me hacia agua la boca de solo verla mientras ella seguia acomodandose el cabello una y otra vez, sonrei al verla asi y comence a acariciar su cintura -Realmente eres la mujer mas bella del universo- dije mientras ella se sonrojaba con mis palabras.

Me acerque nuevamente a sus labios y susurre -Sin leer tu mente puedo observar que quieres otro beso como hace rato mi amor- dije mientras comenzaba a lamer su labio inferior y comence a sentir como se estremecia lentamente y la tome de la cintura mientras comenzaba a lamerla, comence a lamer su barbilla y lami su cuello mientras ella me acariciaba el cabello lentamente -Te gusta?- susurre mientras acariciaba su rostro y lamia su cuello.

No solo quería otro beso de esos, quería unos cuantos. Solo sonreí y dejé que lamiera mis labios, mi barbilla y mi cuellos mientras sus manos acariciaban mi cintura. Algunos gemidos salieron de mi boca pues la verdad me costaba mucho controlarme cuando de Edward se trataba, lo amaba tanto que el dolor de mis caderas ya no me importaba y tenía ganas de proceder con algo más que solo besos apasionados deliciosos como estos.
Fui apoyandome en su cuerpo, hasta que finalmente lo fui empujando hacia atras hasta que su espalda se apoyó en la cama mientras yo en tanto estaba sobre él. Llevé mis manos a su torso descubierto, pues solo traía el traje de baño puesto. Lo acaricié de arriba a abajo por los costados sin cansarme mientras nuestras bocas jugaban a darse placer la una con la otra.

Gemidos salian de sus labios, mis labios ahora se encontraban lamiendo sus hombros y dándoles ligeros besos, comenzó a dejarme todo su peso caer en mi cuerpo hasta que quedé con la espalda pegada a la cama, comenzó a ponerse sobre mi y sus manos fueron acariciando mi torso desnudo de arriba abajo, por los costados mientras nuestros labios no se separaban y se daban placer mutuamente, su lengua acariciaba la mia, mientras mis manos subieron a sus pechos los cuales comencé a acariciar con ellas.
Sus gemidos comenzaron a inundar la habitación, comenzó a transpirar, ahora su cuerpo estaba húmedo por el sudor, sus labios me seguían besando por ratos se separaba para gemir y decir mi nombre y volvia a la misma posición anterior, comencé a sentir como su ropa interior se humedecía y sonreí, estábamos solos y yo tenia muchísimas ganas de ella, tenia muchas ganas de hacerla mia, la amaba en sobre manera.

Empezó a besar mis hombros y yo subi una de mis piernas como abrazándo con ella la cadera de Edward. No podía evitar los jadeos, estaba bastante excitada y me empezaba a faltar el aire, haciendo de este modo que mi respiración fuese entrecortada.
Mis manos que estaban acariciando su torso de arriba a abajo comenzaron a ascender hasta llegar a su cuello el cual acaricié con suavidad, para luego empezar a ascender denuevo y llegar hasta su pelo donde mis dedos se enredaron en él.
Llevé mis labios a su oreja la cual mordí levemente y posteriormente lamí, mi lengua se congelaba con cada lamida y era gracioso como ésta se adormecía un poco por la baja temperatura. Quité mis labios de su oreja y los llevé hasta su boca la cual comencé a besar otra vez fascinada por su sabor.

Sonreí cuando comenzó a lamer mi oreja, y me acariciaba de arriba abajo comenzó a besarme otra vez los labios, comencé a acariciar su cuerpo con mis manos mientras disfrutaba por completo de ella, me excitaban cada vez más sus gemidos, sentí como se apoderaba de mi bañador y lo jalaba mientras me reía un poco me acerqué a ella y giré quedando esta vez arriba de ella con mis manos comencé a bajarle las bragas y con mis dedos comencé a jugar en su sexo el cual estaba bastante húmedo, de sus labios salieron varios gemidos mientras nos besábamos, tomó mi cabello y lo jalo hacia ella.
Me reí un poco mientras sus manos no soltaban mi cabello y mis labios no soltaban los suyos, mis dedos seguían acariciando su sexo, me encantaba tenerla a mi lado comencé a meter uno de mis dedos dentro de ella mientras ella gemia y yo me mordía el labio y seguía besando sus labios, me gustaba estar con ella era algo delicioso tocarla asi.

Ya poco a poco comenzabamos a acariciarnos de una forma un poco diferente, ahora nuestras caricias ya no eran tan solo tiernas, sino que estaban cargadas de pasión y deseo. Acerqué a Edward más a mi cuerpo jalándolo del traje de baño haciendo que nuestros sexos se encontraran mientras nuestros labios seguían jugando besándose con mucho entusiasmo.

Me giró sorpresivamente con esa habilidad unica de vampiro que tenía , quedándo él sobre mi cuerpo, sonreí mientras sus manos jugaban con mi ropa interior hasta finalmente quitarlas y echarlas a un lado. No opuse ningún tipo de resistencia sino todo lo contrario, me entregué completamente a él mientras llevaba mis manos a su pelo que tanto me gustaba. Sentí como sus dedos se apoderaban de mi sexo y solté un gemido de placer al notar como se introducián en él.
Nuestros labios seguían besándose pero mi cuerpo se estremecía al sentir como el frío tacto de Edward se apoderaba de mi por completo. Empecé a moverme un poco aún debajo de él sin poder evitarlo pues estaba demasiado excitada, ayudando a que Edward pudiese tocarme con más libertad. Separé un poco más mis piernas pro lo excitada que me encontraba y mis manos jalaban su pelo mientras mis labios se dirigian a su cuello y comencé a morderlo con algo mas de fuerza que las veces anteriores.

Ahora me encontraba yo arriba de ella, sintiendo como su cuerpo se amoldaba a la perfeccion con el mio, comencé a acariciar su sexo ya sin su ropa interior, introduje un dedo lentamente dentro de ella, seguíamos besándonos, lamiéndonos los labios, nuestras lenguas jugaban, suspiré lentamente mientras comenzó a moverse lentamente haciendo que mis dedos pudieran entrar mas en ella, mi tacto frio con su sexo caliente me excitaba demasiado, mi miembro ya estaba erecto ante todo lo que estábamos haciendo, hoy no entraría en ella enseguida, me dedicaría a disfrutar de su cuerpo, abrió mas sus piernas haciendo que pudiera entrar un poco mas con mis dedos, sus manos jalaron mi cabello mientras mordío mi cuello y lo besaba, sus mordidas comenzaron a ser cada vez mas fuertes, sabia que lo estaba disfrutando.

Mi cuerpo comenzó a temblar y ella igual temblaba, estaba sumamente excitado mientras ella se dedicaba a disfrutar lo que yo hacia con su sexo, con mis labios comencé a buscar sus pechos los cuales al encontrarlos comencé a besar, lamer y chupar al igual que sus pezones los cuales ya estaban erectos por todo lo que estábamos haciendo, sentí como se contraía su sexo y su espalda se arqueaba y se separaba de la cama, sonreí mientras seguía acariciando su sexo con mis dedos y ella no podía mas, creía que iba a llegar en ese instante al orgasmo.

Seguí mordiendo y besando su cuello mientras él continuaba acariciando mi sexo con sus dedos, ambos estabamos muy excitados y no sabía cuanto más podría soportar. Aún con mi boca en su cuello llevé mis manos hacia su traje de baño el cual comencé a quitarselo de forma un poco desesperada, hasta que finalmente lo logré dejándolo a un lado.
Edward comenzó a descender hasta llegar con su boca a mis pechos los cuales comenzó a besar, yo en tanto le ayudé desabrochandome el sostén y quitándomelo, quedando asi ambos completamente desnudos.
Siguió jugando con mis pechos mientras llevaba mis manos a su pelo nuevamente y lo comencé a acariciar con desesperación mientras intentaba abrir un poco más mis piernas para asi recibir más placer.
Lo jalé con fuerza de su cabello haciendo que su rostro volviese a encontrarse con el mío para asi otra vez empezar a besarlo haciendo que mi lengua jugase con la suya con mucha pasión.
Sutilmente solté su pelo y llevé mi diestra a su miembro el cuál había empezado a acariciar por primera vez, jamás lo había hecho ni con él ni con nadie, asi que solo esperaba hacerlo bien, por lo que partí muy despacio pues no sabía si le doleria o no.

Me quitó el traje de baño desesperadamente mientras yo besaba y lamia sus delicados senos acaricié sus pezones con mi lengua cuando se quitó el sosten y comenzó a acariciar mi cabello, estábamos ambos totalmente desnudos, seguí con mi dedo dentro de ella dándole el placer que ella necesitaba, suspiré cuando me jaló del pelo con fuerza, llevando mi rostro hasta el suyo, comenzó a besarme mientras lamiamos nuestros labios, mordisqueábamos los mismos, lamiamos nuestras lenguas, nos sentíamos totalmente apegados el uno con el otro, sentí como lentamente llevó su mano hacia mi miembro y comenzó a acariciarlo, me estremecí en sus manos y comenzó a acariciarme lentamente, sonreí y tomé lentamente su mano, haciendo que me acariciara un poco fuerte y rápido.
Sentí como mi miembro comenzaba a hincharse y a erectarse un poco mas, me mordí el labio mientras, ambos seguíamos dándonos caricias en esos lugares que jamás hubiera imaginado que ella me acariciara el miembro, suspiré mientras, mis labios seguían en los suyos lamiéndolos, acariciándolos con mis dientes mientras ella me seguía besando me encantaba sentirla tan cerca –Te amo- susurré mientras con mi dedo pulgar comenzaba a acariciar su clítoris apretándolo a lo que ella contestaba con suspiros y gemidos.

Estaba acariciando su miembro despacio cuando Edward puso una de sus manos sobre la mía, ayudándome para que lo hiciera más rápido, luego él quito la mano y yo pude continuar sola sin problemas mientras nuestras bocas volvian a encontrarse otra vez dandonos apasionados besos que nadie podía igualar. -Te amo tambien ... -dije entrecortadamente tras lo excitada que me encontraba, asi no me salían las palabras pues hasta el mismo aire me faltaba.
Seguí acariciando su miembro de arriba a abajo notando lo excitado que estaba al igual que yo quien aún tenía las piernas abiertas recibiendo sus caricias con su diestra. Empecé a besar sus mejillas, su mentón , su oreja, estaba desesperada, terminé besando cada parte de su rostro. Ya no podía soportarlo más asi que lo volteé pillandolo algo por sorpresa y me subí sobre él haciendo que su miembro entrara en mi sexo. Solté un alto gemido tras la sensación, estaba muy excitada y por lo tanto mi sexo estaba muy húmedo, lo que permitió que su miembro entrara con facilidad pese a su tamaño.

Estabamos excitados, su mano seguía en mi miembro acariciándolo cada vez mas rápido, “Te amo también” logro decir entrecortadamente, estaba excitado, quería gritar su nombre, su cuerpo era exquisito, mi mano seguía en su sexo acariciándolo y con mi dedo dentro de ella estaba totalmente humeda, comenzó a besar mis mejillas, mi mentón, mi oreja desesperadamente beso todo mi rostro se volteó poniéndose sobre mi sorprendiéndome demasiado, de un momento a otro introdujo mi miembro en su sexo a lo que yo solté un gemido fuerte mientras ella comenzaba a cabalgarme, mi miembro había entrado de un empujon por completo dentro de ella no podía creerlo estábamos haciendo el amor de una forma salvaje, llevé mis manos alado de mi cuerpo y jalé las sabanas y gemí ante lo que hacia me gustaba sentir su cuerpo sobre el mio, me excitaba muchísimo su cuerpo, comenzamos a temblar ante todo lo que estábamos haciendo, yo igual comencé a estremecerme dentro de ella, su sexo apretaba mi miembro dentro de ella, me mordí el labio y la miré sonriendo.

Una vez me subí sobre él comence a moverme despacio, aunque poco a poco empecé a aumentar la velocidad gradualmente. Edward por su parte puso sus manos a los costados de él jalando las sábanas, seguramente no quería tocarme luego de lo que había pasado las veces anteriores, aunque claro a mi no me importaba las consecuencias que podrían ocurrir a cambio de recibir este maravilloso momento con él.
Aún sobre él y sin detener mis movimientos me incliné hasta llegar a sus labios y besarlos con mucho deseo y pasión, sus besos me extasiaban y me hacían sentir cosas realmente unicas. Llevé mis manos hacia su pecho y comencé a acariciarlo y luego incluso a rasgarlo un poco con mis uñas tras la desesperación que sentía en aquel momento.
Mis labios desde su boca se dirigieron a su oido y lo lami antes de susurrarle en él. -No sabes cuanto te deseo- dije entre jadeos, sin dejar de mover mis caderas sobre su cuerpo.

Estaba cabalgándome en toda la extensión de la palabra, sentí como acariciaba mi pecho mientras yo apretaba las sabanas con mis manos, jalándola y casi rasgándola, comenzó a besarme lentamente los labios mientras me acariciaba con su lengua y yo acariciaba su boca con la mia, mordisqueando nuestros labios sintiendo ese placer indescriptible que me proporcionaba su boca, sus besos, sus caricias, comenzó a acariciar mi pecho con sus manos de arriba abajo, noté que estaba sumamente excitada ya que comenzó a rasguñar mi pecho, sonreí ante lo que hacia, me gustaba todo lo que hacia, su cuerpo sobre el mio, sus pechos botando el uno con el otro ante la cabalgata.
Comenzó a lamer toda mi cara hasta llegar a mi oído lo lamio lentamente y me susurró algo que me excito en sobre manera, con esa voz ronca y llena de excitación “No sabes cuanto te deseo” susurró en mi oído mientras mi miembro seguía dentro de ella –Me fascinas, no podría vivir sin ti, eres mi droga, mi vicio- susurré entrecortadamente mientras ella me seguía cabalgando como si fuera la primera vez que lo hiciéramos, sonreí cuando comenzó a estremecerse y la miré emocionado, al final creía que iba a tener su orgasmo tan esperado.

Las palabras entrecortadas de Edward solo ayudaron a que me excitara más, mis gemidos se hicieron más fuertes y seguidos mientras que mis caderas se movían un poco más rápido aún. Lo amaba de sobremanera, todo lo suyo me volvía loca y me hacía desearlo más y más, tal como él se refería a mi él tambien resultaba ser una droga para mi, en eso coincidiamos plenamente... nos necesitabamos el uno al otro y no podríamos vivir separados.
Sentí como poco a poco mi cuerpo se estremecía con mayor intensidad, estaba segura que pronto llegaría al orgasmo. Me mordí el labio inferior sin saber que lo habia hecho con tal fuerza que había conseguido rompermelo haciendo caer un hilo de sangre que obviamente Edward notó. Su mirada cambió en cosa de segundos, y no supe hacer más que pasarme el dorso de mi mano por la boca para quitar rápidamente la sangre , aunque claro el aroma ya estaba impregnado en la nariz de Edward.

Estabamos tan excitados, ella cabalgaba arriba de mi, comenzó a morderse el labio con tal fuerza que un hilo de sangre salió de este mientras este caia en mi pecho, mi mirada cambio notablemente, se limpió la sangre con el dorso de su mano mientras seguía cabalgándome pase uno de mis dedos por la sangre que había caído en mi pecho y lo pasé por mis labios mientras cerraba los ojos disfrutándolo, realmente eso me hacia perder el control, mientras cerraba los ojos mis manos arrancaron parte de las sabanas de la cama mientras ella seguía arriba de mi no sabia lo que estaba pasando, mis sentidos se habían vuelto otros, me alcé un poco de la cama llegando a sus labios pasé mi lengua por su labio inferior el cual se había mordido aun tenia ese sabor a sangre que tanto me gustaba, sonreí maliciosamente estaba perdiendo el control de todo.
Comencé a sentir como mi orgasmo venia dentro de ella y apreté los ojos cuando ella gritó también había llegado al orgasmo al mismo tiempo que yo, me encantaba hacer el amor con ella, me había vuelto salvaje, la quité de ensima de mi y me fui a lavar rápidamente la cara mientras ella respiraba entrecortadamente sobre las sabanas.

Estaba tan excitada que no podía separarme de él independiente de que estaba empezando a sentir un poco de miedo al ver como su mirada cambiaba notablemente, la verdad jamás lo había visto así.
Edward probó parte de la sangre que había caído de mi boca y me estremecí pues comenzó a ponerse más salvaje lo que ayudo a que ambos recibieramos nuestro orgasmo. A penas acabamos, Edward me tomó de la cintura y me quitó a un lado de él con un poco de desesperación y hasta un poco agresivo, era como si quisiera estar lejos de mi hasta que se controlara un poco más.
Se dirigió rápido al baño y oí que abrió la llave del lavamanos, seguramente estaba lavandose la cara o algo así. Jalé las sábanas para abrigarme y noté lo rotas que estaban, aún asi las jalé y me cubrí con ellas esperando a Edward preocupada, mientras intentaba estancar la sangre de mi labio, haciendo presión en él con mi dedo indice.

Al entrar al baño mire mi cara descompuesta y me lave la misma con el grifo de agua aun prendido sonreí al ver que fuerza de voluntad tenia, me reí y pasé mis manos otra vez por mi rostro, al momento que me tranquilice después de un rato, me limpié la cara y salí del baño viendo a Emma acostada en la cama, sonreí y me acosté a su lado –Lo lamento no podía soportarlo mas- susurré en su oído mientras ella sonreía y yo acariciaba su mano, lamentaba mucho lo ocurrido, la tomé de la mano y comencé a acariciársela, ella casi no podía moverse debido a que estaba sumamente cansada, lo bueno de ser un vampiro era que todo era mas fácil y no me cansaba hacer el amor.
Pero debo aceptar que esta vez estaba exhausto, me acerqué a sus labios y la besé lentamente, era la primera vez que lo hacíamos y no la lastimaba, incluyendo que había sucedido un percance en el transcurso del acto el cual me enervó los sentidos, sonreí porque tenia una fuerza de voluntad enorme –Me has enseñado a controlarme demasiado- dije mientras le daba un besito en la frente.

Sonreí al ver a Edward volver otra vez conmigo, quizas era algo estupido pero ya le extrañaba. Lo ayudé a cubrirse con las sabanas y me acomodé sobre su cuerpo cerrando los ojos, estaba muy cansada, no podía siquiera moverme un milimetro más. Estaba feliz por todo lo que había sucedido y que encima haya salido todo bien pese a las dificultades que nos asechaban por su condición de vampiro. Escuché como susurró con su perfecta voz aterciopelada : Me has enseñado a controlarme demasiado sonreí aún con los ojos cerrados, me sorprendía que un vampiro como él pudiese haber aprendido algo de una simple humana débil como yo... nada más ni nada menos que su fuerza de voluntad.
-Eso me halaga entonces cielo, que más quisiera yo que poder ayudarte en algo- dije despacio y luego bostecé -quisieras dormir? - le pregunté dispuesta a usar mi don con él, sabia que no era un juego mi habilidad pero no me importaba utilizarla en el si así me lo pedía.

Sonreí acariciando su rostro cuando me dijo “Eso me halaga entonces cielo, que mas quisiera yo que poder ayudarte en algo” bostezó mientras la abracé nuestros cuerpos estaban totamente desnudos bajo las sabanas y ella me susurró “quisieras dormir?” sonreí y me acerqué a su oído susurrando –Me encantaría dormir contigo, me dejaste exhausto- dije la verdad mientras acariciaba su cintura y ella comenzaba a acariciar mi cabello y el sueño comenzó a hacer estragos en mi cuerpo, quien lo imaginaria, yo durmiendo con una humana después de haber hecho el amor en la habitación principal de la Isla de mis padres vampiros.
Sonreí comenzando a dormirme susurré –Te amo- recordaba que esta noche tendríamos nuestra cena romantica en la cual le pediría matrimonio al amor de mi vida, la mujer mas hermosa que había visto en toda mi vida, la que me daba todo su amor, toda su comprensión, todo su cariño, me gustaba estar con ella, y quería pasar mi eternidad a su lado.