Regañada [Edward]+18

No pude evitar sonreír cuando besó mis labios y sin darme cuenta me sonroje tal como el lo había predecido. -También te amo vampiro- contesté y luego lo besé nuevamente. Estuvimos acariciandonos y mimandonos durante un buen rato, esto me hacía olvidar por completo el dolor de mi cadera, aunque bueno, el unguento también había ayudado un poco.
-Tengo una idea- dije mirándolo a los ojos y el alzó una ceja con curiosidad, era como si dudase de que fuese tan buena como yo decía, bueno tenía derecho a dudar considerando que mis ideas algunas veces resultaban un poco alocadas. -Ya llevo varios días viviendo aquí en la mansión y solo me las he arreglado con cosas prestadas de Alice... que tal si me acompañas a mi casa a ir por mis cosas?- le pregunté entusiasmada, me gustaba la idea de que Edward conociera mi casa, pues era también parte de mi vida.

Suspire cuando me dijo que también me amaba, comenzamos a acariciarnos, a besarnos, a sentirnos por completo, su cadera estaba cediendo al dolor, la pomada había sido acertada como todo lo que daba Carlisle, mientras nos besábamos se separo de mi y me dijo “Tengo una idea” sus ideas eran locas y descabelladas la miré con la ceja alzada mientas ella me comentaba “Ya tengo varios días viviendo aquí en la mansión y solo me las he arreglado con cosas prestadas de Alice” entendía que cualquier mujer quisiera tener obviamente sus cosas, en un segundo creí que me pediría que fueramos de compras, cuando dijo “que tal si me acompañas a mi casa a ir por mis cosas” me reí –Pensé que íbamos a ir de compras, pero me parece perfecto asi conozco donde vivía la mujer que amo antes de conocerla- susurré mientras besaba su hombro.

Esbocé una sonrisa al ver que Edward aceptaba mi propuesta, quería que conociera esa parte de mi que aún le resultaba desconocida.
-Ok entonces ya es tiempo de partir- dije sentándome en la cama, volviendo a colocarme los zapatos que Edward me había quitado hace un rato cuando habíamos vuelto con Carlisle. Ya con los zapatos puestos caminé hasta el ropero de Edward y saqué una de sus chaquetas y se la lancé, la cuál ágilmente cogio con una sola mano antes que le golpeara la cara. Sonreí al ver que resultaba invensible ante mis jugarretas de querer golpearlo y volví a escarbar entre su ropa, tomando una bufanda -ésta me la pondre yo... te importa? no quiero morir de frío, asi que prometo ser cuidadosa con ella y devolvertela intacta - dije ya colocándomela en el cuello, sabía que Edward no se negaría a que la usara. Me acerqué a él y lo bese en los labios -ya estoy lista, vamos- dije tomando su mano con suavidad.

Me dijo que era tiempo de partir entonces yo contesté –Bueno princesa entonces nos quedaremos a dormir alla?- dije mientras cogía la chaqueta que me había lanzado intentando golpearme me reí y me mordí el labio inferior y tomó mi bufanda y yo tomé una chaqueta grande y se la puse ensima –Definitivamente no me importa que te la pongas, es mas como se te ve mil veces mejor a ti que a mi, te la regalo- dije mientras ella me besaba los labios y me dijo “Ya estoy lista, vamos” me reí un poco y la abracé de la cintura –Estamos listos, vámonos tenemos que avisar aquí en la casa- dije mientras mordía su orejita y bajábamos las escaleras mientras me encontraba con Esme quien alarmada preguntó a donde ivamos yo me limité a reir y dije –No vamos a huir si es lo que crees- dije riendo a lo que Esme me miró mal.

Al final, asunto arreglado con Esme le explicamos que ibamos a ir por su ropa y que nos quedariamos a dormir esta noche ahi, mañana temprano estariamos de vuelta, Esme se quedó tranquila y pudimos salir de la casa de lo mas tranquilos, la subí a mi auto y susurré en su oido -Emma Hennigan eres lo mejor que me ha pasado- comencé a conducir en el camino mientras ibamos cantando canciones y gritandonos locuras.